Redacción / La Voz de Michoacán Guanajuato. Por primera vez en 27 años, cerró el “Balcón de Ana”, uno de los icónicos del Callejón del Beso, en Guanajuato, luego de que la propietaria denunciara acoso por parte de fotógrafos del sitio. El estrecho paso del Callejón del Beso tiene como escenarios los balcones de Ana y Carlos, personajes de la leyenda, y en uno de ellos fue colgada una bandera de huelga en protesta por el conflicto entre comerciantes y fotógrafos. Este punto es uno de los más visitados de la ciudad, donde miles de parejas suelen besarse y tomarse fotografías prácticamente todo el año. El pasado sábado, Norma Luz Gámez, dueña de una de las casas que forma el estrecho paso, colocó mantas y cerró el lugar, pues denunció “penalmente el acoso de fotógrafos de esta zona de alta presencia turística en la capital, que se consideran exclusivos para explotar imágenes y no la dejan trabajar a pesar de ser un negocio establecido”. Sin embargo, de acuerdo con distintas publicaciones, los fotógrafos de la zona rechazaron los señalamientos e indicaron que se trata de un conflicto económico sobre la toma de fotografías en el Callejón del Beso, desde febrero. Norma mencionó que se reunió con fotógrafos y personal de la Dirección de Fiscalización y Control, así como de Seguridad Pública, con quienes se firmó un acuerdo que, señala, no se respetó, además de que también hay desigualdad de oportunidades en la oferta de sus productos. La bandera rojinegra colgó durante casi dos días en uno de los dos balcones que forman parte de la trágica leyenda que da nombre al Callejón del Beso. La propietaria de la casa denunció que sus trabajadores y ella han sido acosadas y agredidas por los fotógrafos que desde hace años venden sus fotos a los miles de turistas que acuden a este sitio, y que además se oponen a que en este establecimiento también se vendan fotos a los visitantes. Este lunes, la bandera fue retirada luego de que el gobierno municipal se comprometiera a realizar una mesa de trabajo para resolver el conflicto, informó la propietaria de “El balcón de Ana”.