Redacción / La Voz de Michoacán Durante una peregrinación con motivo del Jueves de Corpus Christi en Macuspana, Tabasco, la celebración se tiñó de sangre luego de que un cohete explotara dentro de una unidad durante la procesión. La tarde de ayer, los feligreses celebraban la festividad cuando al encender un cohete éste no se elevó, explotando dentro del vehículo y causando quemaduras de segundo y tercer grado a un menor, en tanto que el adulto que lo acompañaba sufrió la amputación de una pierna, aunque luego falleció. El menor afectado se llama Christopher, tiene 11 años de edad, y como lo consigna en el video que circula desde ayer en las redes sociales, es el sobreviviente de la explosión de pirotecnia. En tanto que el fallecido es el sacristán de la parroquia, Sergio Vargas Reyes, quien resultó gravemente herido. Sobre el estado de salud del pequeño Christopher, monaguillo de la parroquia de San Isidro Labrador, su madre señaló: “El médico nos comenta que (Christopher) se encuentra estable dentro la gravedad. Sus órganos internos están bien, lo grave son las quemaduras, de hecho se está viendo la manera de trasladarlo a México el día de mañana", señala. El menor recibió un lavado quirúrgico y en el proceso perdió piel y otros tejidos, por lo que debe estar sedado, ya que los dolores son muy fuertes como para soportarlos estando consciente. "Tiene el 65 por ciento de su cuerpecito con quemaduras, incluyendo su cara y sus brazos; de hecho también una pierna necesita reconstrucción porque se le ve el hueso", explica la madre. Sobre las actividades del pequeño, la mamá señala que además de su papel de monaguillo, Christopher tenía amucha amistad con el fallecido sacristán. “Eran muy amigos. Siempre lo ayudaba a las labores de la iglesia, entre ellas a trapear”. En el video del accidente, grabado desde un vehículo de la procesión, puede apreciarse al sacristán lanzando cohetes mientras él y el niño viajan en un triciclo; en determinado momento las chispas encienden el resto de los juegos pirotécnicos que transportaban y el triciclo estalla en una bola de fuego que luego da paso a una espesa humareda blanca. Cuando ésta se disipa, el sacristán Sergio Vargas yace tirado en un charco de sangre, mutilado y agonizante. El menor queda sentado sobre la cinta asfáltica, terriblemente lesionado. La madre señala que es un niño servicial y alegre, y que su familia es oriunda de Macuspana, de la colonia Belém. Tienes una hermana mayor, de 15 años, y toda la familia se encuentra consternada por los hechos, lo mismo que toda la comunidad católica del municipio. "Ahorita se encuentra en el Hospital del Niño, pero podrían trasladarlo mañana al Hospital Militar de la Ciudad de México, ya que es derechohabiente, pues su padre trabaja como soldado en Sinaloa y ha estado muy al pendiente", relata la señora. "Estamos orando mucho por mi niño y deseando que Dios lo ponga en las manos de las personas correctas para su recuperación", finaliza.