El Universal/ La Voz de Michoacán Guadalajara, Jalisco. Por las noticias, Rosa se enteró de las cajas de tráiler en las que las autoridades de Jalisco mantienen los cuerpos de 322 personas no identificadas, tiene 21 años y desde el 3 de agosto pasado busca a su hermana Wendy, de 20. Este viernes decidió ir al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) para que la dejaran ver los cuerpos que están en los contenedores. Llegó temprano, logró entrar y comenzó la espera… a las 10 de la mañana vio cómo varias personas empezaban a congregarse afuera de lugar, desplegaban mantas y carteles que se referían a familiares desaparecidos en Nayarit, Sinaloa, Sonora, Veracruz, Estado de México, Querétaro, Michoacán y Jalisco; las oyó gritar, exigir lo mismo que ella quería: ver los cuerpos que nadie ha reconocido. A Wendy hombres armados la sacaron a la fuerza de su casa en Guadalajara. Rosa había salido a una entrevista de trabajo y al volver, su hijo de seis años le contó todo: "¡Le gritaban que saliera y ella lloraba, se la llevaron de las greñas, mamá! Yo me asusté mucho y me metí corriendo, me tapé con muchas cobijas". Llenos de agua, los ojos de Rosa saltan de un lado a otro mientras, dentro de la morgue, cuenta esta historia a algunas de las madres de los colectivos que han montado un plantón en el exterior y se han acercado a la reja perimetral. Desde afuera la escucha Zonia, quien busca a su hijo, un estudiante de la UdeG, desde hace dos años y siete meses. Le ofrece apoyo para presionar a la fiscalía del estado a que haga su trabajo. A unos metros de ellas, los que han llegado desde otros estados plantean sus exigencias básicas: que de inmediato se resguarden adecuadamente los más de 300 cuerpos que permanecen en un par de cajas de tráiler, que de igual forma se realicen los registros para la identificación de los 444 cuerpos que resguarda el IJCF y se entreguen a la brevedad los cadáveres de las personas ya identificadas. Dicen que no se irán hasta que las autoridades los atiendan. Nos quieren ver la cara. Antes de las 11 de la mañana un empleado de la Secretaría General de Gobierno de Jalisco busca a los representantes de los colectivos, ofrece una reunión y pide que se nombre una comisión; media hora después ingresan unas 10 personas a una reunión con funcionarios, entre éstos el fiscal especializado en Desapariciones de Jalisco, José Raúl Rivera Rivera, y el comisionado nacional de Búsqueda, Roberto Cabrera Alfaro. El encuentro se prolonga casi tres horas. Afuera, los demás se resguardan del sol debajo de los tabachines que cubren bancas y mesas en un pequeño parque; intentan distraerse un poco y descansar porque los viajes han sido largos, pero las oleadas del olor de la muerte que se desprenden desde los patios donde están los contenedores de tráiler con cuerpos les recuerdan por qué están ahí. Alguien sale y les pide organizarse, se ha autorizado que ingresen en grupos de cinco para buscar a sus familiares, les han dicho que ahí se resguardan 444 cuerpos sin identificar, pero que tienen fotos y fichas de 362 no reclamados que están en distintos panteones de la ciudad y los datos de 344 cuerpos que han sido cremados y no reclamados. Una larga fila se forma en el banquetón y muchos tienen la esperanza de encontrar algo; sin embargo, una hora después llegará el enojo: "Nos quieren ver la cara, nos dan nomás un mejoralito para que nos vayamos, no nos enseñan fotos, sólo nos preguntan si nuestro familiar tiene una seña particular y te dicen que no tienen a nadie así", se lamenta una joven que busca a su padre. La comisión que se ha reunido con funcionarios sale poco después y hay sentimientos encontrados: por un lado se lograron cosas importantes, pero la sensación de desconfianza y enojo persiste. Guadalupe Aguilar, de Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco, explica que se formará un observatorio donde ellos participarán para verificar que los cuerpos sean correctamente clasificados y que la Policía Científica de la PGR instale un módulo para tomar muestras de ADN a todos los presentes; además se ha fijado como fecha el 15 de octubre para ver avances. Pero Yadira González, de Desaparecidos Querétaro, precisa por qué la desconfianza: "Durante dos horas nos dijeron que los cuerpos en los camiones estaban ya resguardados correctamente, pero cuando les pedimos verlos se negaron y al final aceptaron que están en las mismas condiciones, reconocieron que la Cruz Roja sólo donó 50 bolsas especiales, por lo que el resto está en condiciones inadecuadas de preservación. Nosotros estamos inconformes con eso, nos trataron de engañar".