Fertinal | Corrupción, políticos, empresarios y PEMEX, en escándalo de empresa en Michoacán

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Foto: Archivo. Fertinal se ha visto envuelta en un escándalo de irregularidades.

Redacción/ La Voz de Michoacán

 

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Lázaro Cárdenas, Michoacán. Con un sobrecosto de 635 millones de dólares, Pemex compró una empresa instalada en Michoacán, misma que arrastra un negro historial de corrupción que involucra al expresidente Peña Nieto, quien sería investigado en Estados Unidos por este caso, pero ¿Qué hay detrás de Fertinal? ¿Qué personajes michoacanos han estado relacionados con esta productora de fertilizantes?

Fue en 1992 cuando el gobierno de Carlos Salinas de Gortari vendió Fertimex, que era una empresa del gobierno, a la iniciativa privada, siendo adquirida por el político michoacano Alfredo Anaya Gudiño, originario de Sahuayo, y por los hermanos Covarrubias, empresarios italianos.

Anaya Gudiño es político y empresario michoacano, priista, que ha buscado llegar a la gubernatura de Michoacán, sin éxito alguno.

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Alfredo Anaya Gudiño, a través de su hijo Alfredo Anaya Orozco, quien fue diputado federal michoacano, llegaron a ser acusados de verse beneficiados con 67 millones de pesos para sus empresas, aprovechándose del escalafón del servicio público.

Sin embargo la familia Anaya dejó de tener propiedad sobre Fertinal, empresa que pasó a ser únicamente de los hermanos Covarrubias.

Pero en 1998 la empresa ya no podía operar por los adeudos que tenía, sin embargo, los Covarrubias buscaron que el gobierno federal interviniera en su rescate,  a través del Instituto para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB).

Para 1999 como garantía una póliza de seguros contra desastres naturales, Bancomext le dio un crédito por 50 millones de dólares. Después fue revelado que eran falsos, los endosos a Bancomext utilizados por Covarrubias para garantizar sus créditos, de acuerdo a un reportaje de Proceso.

 

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La crisis seguía en Fertinal, y también las sucias maniobras. En 2001 el huracán Juliette dejó daños severos en la planta que tiene la empresa  en Baja California Sur, y se fijó el monto de daños en 13 millones de dólares, pero Fabio Covarrubias demandó a ING/Comercial América un pago de más de 300 millones de dólares. El pleito legal en el que derivó dicha situación llegó a que Fabio moviera las fichas de su ajedrez, y se giraron órdenes de aprehensión contra 11 trabajadores de la aseguradora, así como la salida de la aseguradora durante el gobierno de Vicente Fox, con quien Covarrubias tenía muy buena relación.

El empresario italiano fue aportador de fondos a la campaña presidencial de Vicente Fox, a través de su organización Amigos de Fox.

Altos funcionarios, investigados por el caso

Al margen de la investigación que sigue curso en Estados Unidos, en México la Fiscalía General de la República (FGR) investiga a todos los integrantes del Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos (Pemex) de la administración del gobierno de Enrique Peña Nieto, entre ellos, Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía (Sener) en ese momento, y Emilio Lozoya, entonces Director General de Pemex.

Además se investiga a toda la plantilla de funcionarios federales que estuvieron presentes en esa sesión realizada el 26 de octubre de 2015 en la Ciudad de México, en la que se aprobó la millonaria compra de Fertinal a sabiendas de que estaba en quiebra.

 

En la lista de la Fiscalía están  los consejeros José Rogelio Garza Garza, subsecretario de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía; y Cuauhtémoc Ochoa Fernández, subsecretario de Fomento y Normatividad Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Por parte de Pemex, además de Lozoya Austin, estuvo Fernando Zendejas Reyes, y Miguel Ángel Flores Ramírez, secretario y prosecretario del Consejo de Administración, respectivamente.

Otro de los funcionarios que estuvieron en la sesión del Consejo de Administración de la empresa productiva del Estado fue Edgar Torres Galindo, entonces titular de Pemex Fertilizantes, y quien el pasado 22 de mayo fue inhabilitado por 15 años y multado por 620 millones de pesos por pagar un sobrecosto por la compra de la planta industrial de Grupo Fertinal.

Según el acta de esa sesión, el proyecto de inversión para la adquisición de Fertinal fue el primer punto a discutir y el cual se aprobó.

 

Involucrada también en “corrupción” ambiental

Pese a que el sector pesquero de Lázaro Cárdenas ha denunciado la contaminación generada por la empresa, nunca se han tomado acciones en contra de ésta.

El principal problema ha sido la ruptura del yesoducto que debe arrojar desechos del proceso industrial a cientos de metros de profundidad, ésta ha derivado en que  haya una gran mancha de nata, frente a este puerto, y que incluso forman una capa que llega hasta Ixtapa.

Cuando el tema se ha cuestionado por los medios, a Covarrubias, ha sido negada la problemática y el tema ha sido cortado de tajo, sostiene información publicada por Cambio de Michoacán.

En su página web Grupo Fertinal se presenta como "la única empresa mexicana que se ha consolidado exitosamente como productor de fertilizantes de alta calidad, principalmente fosfatados".

Fertinal también ha incursionado en el ramo industrial químico, siendo hasta hoy líder en la producción y comercialización de productos nitrogenados y otros productos industriales.

Es de recordar que la empresa cuenta con dos unidades productivas: Mina de Roca Fosfórica ubicada en San Juan de la Costa, en Baja California Sur,  y el Complejo Industrial ubicado en Lázaro Cárdenas, Michoacán.

 

La compra absurda

Con recurso del erario público se compró a los hermanos Covarrubias, Fertinal, aún cuando la empresa era insolvente, y con cientos de millones de dólares en deuda, de acuerdo a las investigaciones oficiales, dadas a conocer.

Fueron 635 millones de dólares los que se pagaron por la empresa productora de fertilizantes, durante la dirección de Emilio Lozoya Austin, Petróleos Mexicanos (Pemex), y el gobierno de Peña Nieto.

La planta en cuestión prometía abastecer el 30 por ciento de la demanda nacional de fertilizantes, calculada en ese entonces en más de 4.2 millones de toneladas por año de productos nitrogenados, fosfatados y potásicos.

El proyecto consideró una inversión de hasta 255 millones de dólares por el capital de la empresa, incluidos los activos existentes tanto en la Unidad de Lázaro Cárdenas, Michoacán, como en la mina de roca fosfórica ubicada en San Juan de la Costa, Baja California Sur.

Según la información que dio la empresa petrolera en ese momento, “la adquisición no compromete inversión de capital ni tampoco le resta techo de financiamiento a Pemex, ya que toma ventaja de las condiciones de financiamiento a las que se tiene acceso”.

Sin embargo, la transacción es investigada en la actualidad como un fraude, pues ese complejo estaba compuesto por instalaciones deterioradas y fuera de funcionamiento, lo que provocó en gran medida el endeudamiento de la empresa mexicana.

Con la adquisición, se esperaba obtener una mejor rentabilidad para Pemex Fertilizantes, a partir de las sinergias con el negocio de fertilizantes nitrogenados (gasamoniaco-urea).

De acuerdo con información de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), de seis sinergías, sólo dos se cumplieron y en cuatro el cumplimiento fue parcial, debido a que para su realización se adoptaron alternativas, ya que el planteamiento original no era viable.

Con información de Notimex y El Universal.