Como cada 17 de enero, decenas de fieles llevan a sus animales domésticos y de corral a recibir la bendición por el santoral de San Antonio Abad, patrono de los animales. En el Templo de San Antón, en España, los borregos y gallinas han sido desplazados por perros, gatos, pericos y hasta hurones que son rociados con agua bendita por los sacerdotes. Algunos, incluso, acuden vestidos con playeras de equipos de futbol para que la bendición recaiga no sólo en la mascota, sino en el club favorito. Esta tradición católica también se festeja en Taxco, Guerrero, la festividad es muy concurrida. En el Distrito Federal, en el templo de San Fernando, en Tlalpan, también se realiza este rito.