El Universal / La Voz de Michaocán México. Puebla es la principal entidad mexicana donde más se practica el camcording, que es la grabación ilegal de películas en salas de cine. Tábata Vilar Villa, directora de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine), que aglutina a distribuidores, exhibidores, productores y prestadores de servicios, indica que México ocupa el tercer lugar de países con dicha práctica. Por ello, indica, es necesario que las autoridades tomen cartas en el asunto, algo en lo que podría ayudar el recién firmado T-MEC, acuerdo comercial con Canadá y EU. Actualmente, si en alguna sala se detecta a alguien grabando, sólo se le pide retirarse, sin castigo. La legislación (nacional) no es deficiente, pero el tema es que debe comprobarse que (la persona) lo hace con fines de lucro y dolo y así, ¿cómo lo vas a saber, si dicen que era para mostrarle a su sobrino?, es un debate", reflexiona Vilar Villa. Estuvimos en cabildeo (con legisladores) y lo más que avanzamos fue una iniciativa en la legislatura pasada y estamos tratando de rescatarla; ahora cuando se firmó el T-MEC está el compromiso de que México se tomaría más en serio el tema de camcording, creemos va a ser más fácil sensibilizar a los senadores, a la PGR, de la necesidad de cumplir con eso", subraya. Vilar Villa recuerda el caso de Canadá, nación que llegó a tener un alto nivel en camcording, hasta que se penalizó, lo cual inhibió a quienes ejecutaban la práctica. En México, aunque digamos que es ilegal, las letras se vuelven letras, pero es mejor que exista y podamos tener cuatro o cinco casos ejemplares para que la gente lo piense", recalca la titular de la Canacine, por sus siglas. Apunta que la tecnología permite saber el lugar donde se grabó una cinta, gracias a una gota de agua que se le coloca. Da información para que la PGR actúe de manera focalizada, eso ya se puede saber sin problema", expresa la ejecutiva. El año pasado la ex senadora Marcela Guerra, quien presentó la iniciativa que indica Vilar Villa, señaló que ocho de cada 10 discos ópticos que se compran en México no tenían licencia para ser comercializados. Esto provocaba pérdidas a la industria de alrededor de 340 millones de dólares. Entre 2008 y 2010 se grabaron ilegalmente 32 películas. La iniciativa pretendía modificar el Código Penal Federal y elevar el camcording a delito.