El Universal/La Voz de Michoacán Moisés Fabila, sacerdote de la Basílica de Guadalupe, fue encontrado muerto en Cuernavaca, Morelos, luego de que fue secuestrado el pasado 3 de abril y a un día de haber pagado su rescate, informaron fuentes de la Iglesia. En menos de una semana se han registrado la muerte de tres curas. Con el hallazgo del cuerpo del presbítero suman 24 sacerdotes víctimas de homicidio en la actual administración y tres en las últimas dos semanas. Fabila Reyes, quien es descrito por su feligresía como un ministro tranquilo y de bajo perfil, nació en Valle de Bravo, realizó sus estudios básicos en el Colegio San Juan Bosco, dirigido por sacerdotes y ex seminaristas, y con enseñanza y disciplina de preseminario. A los 12 años, ingresó al Seminario Conciliar de México, ubicado en aquel entonces en Temascalcingo, Estado de México, pues la arquidiócesis se extendía hasta los límites de los estados de Morelos, Guerrero, Michoacán, Querétaro, Hidalgo, Tlaxcala y Puebla. Fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1961, por el cardenal Miguel Darío Miranda, en la Catedral Metroplitana, el 29 de junio de 1961; desde 2001 se desempeñaba como capellán de coro en la Basílica de Guadalupe. Datos del Centro Católico Multimedial (CCM) señalan a 2018 como un año de “violencia sinfín contra el sacerdocio mexicano”, ya que en los primeros cuatro meses del año han sido asesinados cinco padres, dos de ellos Germaín Muñiz García e Iván Añorve Jiménez, quienes fueron acribillados y asesinados en la carretera Iguala-Taxco, la madrugada del 4 de febrero de 2018. El Departamento de Estado de Estados Unidos alertó sobre los casos de homicidios y violencia contra sacerdotes en México. La semana pasada, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) demandó a las autoridades que los crímenes contra curas no queden impunes y que se investigue para aclarar los hechos.