Redacción / La Voz de Michoacán Tras la balacera en el municipio de Villa Unión, Coahuila, siguen sin aparecer tres personas que fueron privadas de la libertad por miembros del grupo armado que disparó en contra del edificio de la Presidencia Municipal, así como de la Policía local. Se trata de Antonio Hernández y Joaquín Cabrera Martínez, ambos elementos del cuerpo de Protección Civil en ese municipio, quienes fueron privados de la libertad al momento del ataque para orientar a los presuntos delincuentes para que les dijeran cómo salir por las brechas. Sumado a la lista de desaparecidos, está Benito, un adolescente de 15 años de edad. Este domingo la iglesia, que no se salvó de las balas, llamó a misa de forma regular exactamente a 24 horas del ataque, y cabe señalar que pocas personas atendieron el llamado de la parroquia. Según información de Milenio, Martín, un habitante de Villa Unión y testigo del plagio, narra cómo fue toparse de frente al convoy de camionetas y asegura que no venían por la población. “Nos resguardamos en una tienda, hasta que avisamos a personas conocidas, nomás nos dijeron que ellos no venían por nadie, ellos venían a limpiar todo el mugrero supuestamente”. A un día de lo ocurrido, el levantamiento de los daños dio inicio: peritos de la Fiscalía General de Coahuila y del Departamento de Balística reunieron todas las pruebas, entre ellas bolsas de casquillos, además de las 13 camionetas con blindaje "artesanal". “Ellos nada más venían gritando, como que traían coraje con las autoridades”. Pedro Medina, quien habita en este mismo municipio, dio a conocer que al momento de toparse de frente con el grupo armado su reacción fue de mostrar apoyo para evitar ser blanco de algún acto en su contra. En el hallazgo de los últimos siete cuerpos, buscaron acudir los familiares de desaparecidos para tratar de obtener una respuesta.