Redacción / La Voz de Michoacán Guanajuato. “Ay hermano, por qué tenías que estar en el momento equivocado. Me lastima que ya no estarás con nosotros, mi galán. Tú no”, así publicó la hermana del adolescente que fue encontrado calcinado junto con los integrantes de la agrupación musical “Los Chuparrecio”, la noche del pasado 22 de marzo en el municipio de Celaya, Guanajuato. De Juan Diego no sabían nada, tampoco de los demás miembros del grupo, que se presentaron en un evento en la colonia Rancho Seco, de la comunidad de San José Nuevo. El menor tenía el pelo lacio, castaño oscuro, ojos ovalados, una estatura de 1.70 m y un peso de 60 kilogramos. Vestía playera manga larga color blanco y negro, pants negro, tenis negros y gorra negra. “Salió de su domicilio el día 22 de marzo del año en curso, sin que hasta el momento se conozca de su paradero. Se teme por su integridad, dada su minoría de edad y que pueda ser víctima de algún delito”, indicó la alerta Amber. Es misma noche el adolescente fue identificado por las imágenes que comenzaron a circular sobre el hallazgo de personas sin vida y calcinadas en una camioneta con placas de Michoacán, con reporte de robo en esa entidad, sobre el camino que conduce a la localidad de San Juan Bautista, Guanajuato. LE ARREBATARON LA VIDA Y SU SUEÑO “Juan Dieguito”, como le decían de cariño, tenía solo 15 años de edad y su sueño era ser un gran músico, indicaron familiares. Para lograr su meta y debutar en el ámbito musical, acompañaba como ayudante a “Los Chuparrecio”, pero la vida y el sueño le fueron arrebatados, estuvo en el “momento equivocado”, lamentó su hermana. Juan Diego Pérez Maldonado era originario de la comunidad de San Martín, igual que las demás víctimas que, según las autoridades, fueron asesinadas previamente antes de ser incineradas.