Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. El primer día de 2020 comenzó con climas extremos en varios puntos de México a causa del frente frío 27 y la quinta tormenta invernal. No sólo las bajas temperaturas han sido noticia, sino también las rachas de viento de hasta 70 kilómetros por hora que azotaron varias zonas del país y que ha causado algunos destrozos como caídas de árboles y techos. Estos datos oficiales son aportados por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), que se encarga de monitorear y administrar los datos climáticos e hidrológicos a nivel nacional. Sin embargo, generaciones anteriores, sobre todo las que vivían en el campo, predecían el clima a través de la observación de los cambios atmosféricos en los 12, 8 o 24 primeros días de enero y/o agosto. Estas predicciones populares con conocidas como Las Cabañuelas, las cuales se definen por la Real Academia Española como el “cálculo popular basado en la observación de los cambios atmosféricos en los 12, 8 o 24 primeros días de enero o agosto, para pronosticar el tiempo durante cada uno de los meses del mismo año o del siguiente, son los responsables de estas predicciones”. Este sistema es utilizado por adultos mayores y agricultores, especialmente del interior de la República, pero es poco frecuente que en las grandes ciudades se conozcan este tipo de prácticas. Para entender este método, del día 1 al 12 de enero, se cuentan los meses en forma ascendente, comenzando por enero y del día 13 al día 24 de enero se cuentan los meses en orden descendente, iniciando desde diciembre del 25 d enero al 30 de enero. Ejemplo gráfico Gráfico de @Apoyo-primaria Gráfico de @Apoyo-primaria Gráfico de @Apoyo-primaria Un poco de historia Desde la antigüedad, la humanidad ha tenido la necesidad de predecir el tiempo, sobre todo por su incipiente sistema de agricultura. La observación del cielo siempre ha sido un punto de inicio para muchas predicciones, mitos y temores. En el caso de las cabañuelas, la experiencia y tradición juegan un papel fundamental. Pero con el avance tecnológico que permite ya tener una predicción del clima incluso para viajar con la ropa adecuada, este tipo de conocimientos populares se ha ido perdiendo poco a poco. El origen de este método de interpretar el clima no es preciso. Por una parte se cree que surgió en el Zamuc, o “Fiesta de las Suertes”, que se celebraba en la antigua Babilonia en el ceremonial de Akitu del Año Nuevo, donde se determinaban los presagios para cada uno de los 12 meses del año por los halos alrededor del sol o de la luna. Si había halo en el sol, la posibilidad de lluvia a corto plazo era segura, si el halo estaba en la luna las lluvias serían más duraderas. Pero una de las versiones más aceptadas es la que proviene del sur de España, aunque también en la América prehispánica se ponía en práctica. “Esta tradición proviene de España. También en Mesoamérica se realizaba pero en menor medida porque en esa zona había mucho más agua, por lo que las lluvias no eran tan indispensables como en el país europeo. En el México prehispánico, los mayas y los aztecas utilizaban este sistema. La cultura azteca la adoptó de los mayas, pues en ambos casos sus calendarios constaban de 18 meses de 20 días cada uno, más cinco días adicionales que no entraban en los meses. Los primeros 18 días de enero servían para predecir el clima de cada uno de los meses y los dos días restantes se dedicaban a otros fenómenos. El día 19 era para pronosticar el tiempo del solsticio de verano y el 20 para el solsticio de invierno. Foto: Christian Hernández. 2020 comenzó con heladas en el norte del país, lluvias en estados del centro y fuertes vientos. Las cabañuelas, actualmente, se predicen en el primer mes del año, es decir en enero, donde se observa el posible comportamiento del clima para el resto del año. Hay gente que sólo se queda con los primeros doce días del año; es decir, el clima del 1 de enero nos dice cómo será enero; el 2 de enero, nos dirá como será febrero y así sucesivamente hasta llegar al mes 12 que será diciembre. No obstante, hay otras personas, sobre todo los agricultores, que aún confían en este método, que ocupan todo el mes para predecir el clima. Con información de El Universal