Carlos ROCHA / Enviado Xaltepec, Huauchinango.- De las pocas mujeres que permanece en esta comunidad devastada por el derrumbe de lodo es Verónica Garrido Sánchez, ella tiene dos motivos fuertes para continuar ahí: sus hijos, a uno lo vela y otro más permanece desaparecido. Sentimientos de tristeza y enojo envuelven a Verónica quien apenas puede hablar mientras pasan junto a ella militares, policías, perros de búsqueda, bomberos y funcionarios públicos de todos los niveles que le preguntan “¿qué pasó?”. “¿Cómo que qué pasó?, ¿Qué quiere que le diga? El lodo nos aplastó y me falta un hijo”, respondió Verónica a un par de enviados de parte del diputado local por Huauchinango, Carlos Martínez Amador. Cargando su dolor Verónica divide su tiempo, a veces esta en el pueblo esperando noticias de su hijo de un año y a ratos está en una casa velando a su hijo Marco Antonio que llegó a los 10 años y quien descansa junto a los restos de su tía, Irene Mata, quién también falleció junto a su hijo de un mes de nacido. “Mi hijo tiene que estar ahí”, refiere la madre al señalar la pequeña caja de su sobrino, “al menos ellos están ahí. Pero me falta otro”, apenas puede decir Verónica para después no hablar más. Los rasguños en la cara de Verónica dan cuenta de la desesperación que vivió al intentar sacar a sus hijos. Todavía exasperada durante este lunes la madre de 31 años tuvo que enfrentar sola el duelo, pues su esposo fue llevado al Ministerio Público de Huauchinango para declarar por la muerte de su hijo y la desaparición de uno más. Vecinos y familiares de Verónica la acompañan en sus recorridos de un punto a otro, no la dejan sola pues no ha querido comer desde la noche del sábado, cuando todo pasó. En el pueblo de Xaltepec maquinas de trascabo y elementos del Ejército Mexicano buscan con palas el cuerpo de su hijo de un año. Entre los uniformados se sabe bien que todavía falta uno y aunque no lo dicen, saben que las posibilidades de encontrarlo son cada vez menores. Como lo narró Verónica, Xaltepec quedó sumido de lodo, la tierra se metió a las casas y arrasó con todo, elementos de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) censaron 40 casas destruidas, pero para los pobladores fueron unas 80, pues entre el lodo se desconoce en donde quedaron las casas de lámina. Hay ríos en donde había caminos y las calles se convirtieron en terreno, después de las dos de la tarde de este lunes llegó el delegado de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Germán Sierra Sánchez, para verificar el cauce de los ríos. Aunque se espero la llegada de la titular de SEDATU, Rosario Robles Berlanga o el gobernador del estado, Rafael Moreno Valle Rosas, ellos no llegaron.