Misa del papa en Ecatepec: el bastión de la Santa Muerte

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Frente a una imagen de unos dos metros de altura que tras un velo blanco esconde el rostro descarnado de una calavera, Yamarash pronuncia con un peculiar sonsonete la liturgia del primer domingo de cada mes.

“Santa Muerteeeee/

PUBLICIDAD

yo te pidoooooo/

que hagas sentir tu fuerzaaaaaa/

contra quien intente destruirmeeeeee…”.

PUBLICIDAD

A la señal de Yamarash, un joven de 26 años al que los devotos del culto reconocen como el Ministro de la Congregación Nacional de la Santa Muerte, una treintena de personas levantan los brazos y los dirigen hacia la imagen de la calaca y la guadaña, de cuyas dedos de la mano derecha penden cigarrillos y puros todavía humeantes.

Entre el público, en el que hay hombres, mujeres, y niños, algunos aprietan los puños, como si fueran a lanzar una porra en un partido de futbol, y otros, con los ojos cerrados, muestran las palmas de las manos en señal de ofrecimiento y sumisión.

A la derecha del Pastor de la Santa Muerte está el Hermano Parka, otro de los guías espirituales del culto, quien viste un gorro y un llamativo atuendo de felpa de un intenso color violeta en el que lleva bordados dorados con la imagen de ‘La Flaca’.

“Señora blancaaaa/

señora negraaaaaaa/

a tus pies me postrooooooo…”.

Son casi las siete de la tarde y el acto que se celebra debajo de un puente que cruza la avenida Pichardo Pagaza, misma que lleva hasta la explanada del Centro de Estudios Superiores donde el Papa Francisco oficiará una misa la mañana del domingo 14 de febrero ante unos 300 mil creyentes, está a punto de concluir.

Yamarash, que lleva sobre la cabeza a modo de turbante un pañuelo negro con calaveras, relaja las facciones angulosas de su rostro de tez cobriza y toma aire después de casi una hora de rezos y alabanzas.

“La Santa Muerte se involucra también con el narcotráfico, no lo podemos negar. Con actos ilícitos, con gente que se dedica a cosas fuera de la ley –concede el esotérico para matizar a continuación-. Pero nuestra Congregación está trabajando para quitar esa imagen corrompida”.

“Los milagros no se presentan con la gente que busca hacer el mal –tercia de nuevo El Hermano Parka-. Por eso tenemos una función muy clara de orientar a la gente en el culto, para que pidan y hagan el bien y esto no se confunda con una cuna de ladrones y de narcotraficantes”.

En cualquier caso, Yamarash añade a modo de conclusión que “aunque la critiquen, o la quieran presentar como algo demoníaco y de sicarios, para nosotros la Santa Muerte es como una madre. Como un manto que nos protege y nos da la seguridad suficiente para salir a la calle a diario en un lugar tan peligroso como Ecatepec”.

Con información de Animal Político.