Redacción/La Voz de Michoacán En redes sociales fue difundida la historia de Iker, un niño de cinco años que terminó con parálisis cerebral luego de morder una pequeña pila. Se trata de Iker Fuentes, originario de la Ciudad de Torreón, en Coahuila y que fue diagnosticado con parálisis cerebral espástica cuadripléjica tras morder la batería. Los padres de Iker relatan en una publicación de Facebook que tras morder la pila fue trasladado inmediatamente a un hospital y todo parecía ser solo un susto, pero, con el paso de los días, la vida de Iker daría una vuelta de 180 grados. Tras varios días, Iker comenzó perder el control de los pies y dejó de caminar, hecho por el que fue intervenido quirúrgicamente. Ahora el pequeño se encuentra atado a una silla de ruedas, pero afortunadamente con vida. Con información de MSN.