Notimex/La Voz de Michoacán Irapuato. Los jardines del DIF Estatal Vasco De Quiroga, en Irapuato, Guanajuato, estaban tapizados de bolsas de dormir y tiendas de campaña; en los alrededores había filas tanto para recibir alimentos como para usar las regaderas, "aquí está mejor, en otros lados ni agua hay", señaló Blanca, una hondureña que viaja con sus tres hijas y que acaba de hacerse cargo de otra niña cuya madre tuvo que llevar al hospital a uno de sus hijos. Todos iban recién bañados, el calor en Irapuato lo ameritaba, ya habían comido y buscaban una "sombrita" para pasar la tarde, ella dejó su país ante la falta de oportunidades y tras ser desalojada de su departamento, había vivido en diferentes casas, pidiendo asilo en donde fuera, cansada de todo decidió unirse a la caravana, "es complicado pero adelante de nosotros va Dios y atrás de nosotros también", dijo. El jefe de la Jurisdicción Sanitaria número 6 de la Secretaría de Salud , Juan Carlos González, explicó que en DIF Vasco de Quiroga se cuenta con seis consultorios con médico y enfermera, así como otros seis médicos en la entrada para identificar personas con problemas de salud de manera visual, para en caso de requerirlo, sean atendidos de manera prioritaria. Explicó que hasta antes de las 15:00 horas se habían atendido a 57 personas con cinco traslados a nosocomios de la zona, tres de ellas al Hospital General de Guanajuato y dos al Hospital Materno. Tenían problemas de bronquiolitis y de otitis, en su mayoría, señaló, las atenciones referidas fueron por malestares respiratorios y digestivos, aunque algunos son en la piel. Expuso que los tratamientos médicos son para dos días, para que al llegar a otro punto las personas migrantes presenten su receta y lo continúen, "no vamos a batallar por medicamentos, tenemos lo suficiente para lo que están presentando". Añadió que además se cuentan con psicólogos y personal de trabajo social aunado a médicos adicionales que atiendan a todos. De acuerdo con los psicólogos, puntualizó, las personas llegan desgastadas emocionalmente por lo que han vivido en el trayecto y se busca hacer contención con los más pequeños, "de lo que se trata es de atenderlos para que sea menos difícil para ellos", indicó. En cuanto a la parte de la alimentación, detalló que son el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y organizaciones civiles y religiosas quienes están distribuyendo, en tanto que él y su equipo vigilan que la comida venga en condiciones adecuadas. Explicó que por la tarde había aproximadamente mil cien personas en el lugar; sin embargo, es una cifra que puede fluctuar debido a que "unos llegan y luego se van, hay comida suficiente para todos, vienen alimentos no perecederos y alimentos preparados". Samanta Silviano, de la Fundación Caminamos Juntos, de San Miguel de Allende, explicó a Notimex que en Celaya se apoya al albergue Abba, que es donde la gente que pide asilo se está quedando y se les ayuda en sus necesidades diarias. La organización apoya a migrantes en Guanajuato y cuentan con un comité legal que ofrece información de asilo en México y Estados Unidos; además, cuentan con orientación psicológica para brindar atención emocional, así como ayuda humanitaria consistente en comida, papel higiénico y ropa. Expuso que "la fe los está moviendo pero es necesario que la fe venga con información que es lo que trata de hacer el comité legal, todos vienen con un espíritu, una fe increíble, vienen dispuestos a llegar a Estados Unidos, por más que he hablado con las personas, esa es la meta, queremos que sigan caminando con información y que estén al pendiente de todo lo que está pasando y de las leyes y cómo están cambiando". Para apoyar a la caravana, precisó que la organización trabaja con al menos 45 personas, unas haciendo comida, otras recabando recursos, "todos estamos dispersos, nos estamos preparando para atender a las caravanas que vengan, en esta primera no saben que lo son, ni que vienen otras atrás, es importante compartir la información". Añadió que es importante compartir la información con los migrantes sobre la manera en la que este movimiento que realizan está cambiando leyes, beneficia o afecta otras. "El DIF está distribuyendo comida pero es imposible, entonces lo hacemos juntos somos organizaciones civiles, el DIF, el gobierno estatal, el chiste es que lo hacemos juntos y al parecer está sirviendo la ayuda en colaboración", subrayó. En tanto, Maricela Barrón, de la fundación Cáritas Diocesano, ofrecen para este domingo pollo, chicharrón, sopa de arroz y frijoles, y estimó que en el albergue hay más de mil personas y ya se abasteció a muchos, pero mandaron a traer más comida; la organización fue apoyada por al menos unas cinco iglesias de la región.