Notimex/La Voz de Michoacán México. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) indicó que la economía rural ofrece un gran potencial para crear empleo decente y productivo, y contribuye al desarrollo sostenible y al crecimiento económico. Señaló que el desarrollo rural siempre ha figurado en el programa de trabajo y desde 1919 se han adoptado más de 30 normas internacionales del trabajo que guardan relación directa con la agricultura y el desarrollo rural, en áreas como los derechos laborales, el empleo, la protección social y el diálogo social. Expuso que casi 80 por ciento de las personas en situación de pobreza de todo el mundo viven en zonas rurales, por lo que todo avance que permita mejorar los medios de vida de las poblaciones rurales contribuirá en gran medida a mitigar la pobreza en 2030, plazo establecido para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. El organismo internacional bundó que la agricultura seguirá siendo el principal sector económico en muchas zonas rurales, además de que es probable que las poblaciones rurales se beneficien del desarrollo de los sectores turístico y del ocio. Externó que los cambios de las estructuras demográficas en las zonas rurales (migración de jóvenes a las ciudades para trabajar o estudiar, mientras personas de edad y familias se trasladan a las zonas rurales) repercutirá asimismo en la prestación de servicios públicos. La OIT precisó que la población de las zonas de rurales envejecerá a un ritmo más rápido que el de las zonas urbanas, lo que probablemente contribuirá a un aumento de la demanda de empleos de cuidado fuera de las zonas metropolitanas. Tras señalar que el sector de cuidados presenta un gran potencial de creación de empleo en el futuro, enfatizó que el trabajo decente en la economía rural fue una de las cuestiones prioritarias establecidas en 2014 y lo seguirá siendo en el futuro. Además, indicó que el mundo laboral experimenta una profunda transformación, donde la globalización y la evolución tecnológica marcan nuevos caminos hacia la prosperidad, pero alteran las actuales formas de trabajo. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) mencionó que los avances digitales y tecnológicos, que también incluyen las tecnologías de la información y comunicación, crean nuevas oportunidades para los trabajadores y las empresas, aunque solo es la “punta del iceberg”. Consideró que el cambio climático, la transformación demográfica, la migración y los cambios en la organización del trabajo afectarán a sociedades, organizaciones, trabajadores y empresas en su conjunto, por lo que la demanda de determinados tipos de trabajo se verá alterada, otros desaparecerán, y muchos probablemente serán muy distintos de los que se conocen hoy. Hizo notar que la tendencia de esos cambios y los efectos que tendrán en el trabajo dependerán de nuevas políticas y acciones, en particular si el objetivo es forjar el futuro del trabajo que se busca. Apuntó que se ha identificado varios sectores clave susceptibles de crear empleo en el futuro, entre ellos se encuentran los empleos verdes que son una de las formas de trabajo más recientes, surgidas en los últimos 20 años. Su objetivo, señaló, es contribuir al medio ambiente, así como a su preservación y recuperación. Estas fuentes de trabajo se dan en sectores tan variados como la fabricación, la construcción, la moda, las energías renovables, la electrónica y la gestión de residuos. Consideró que los empleos verdes contribuyen a aumentar la eficiencia energética, limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, minimizar los residuos y la contaminación proteger y restaurar los ecosistemas facilitar la adaptación al cambio climático. De acuerdo a estimaciones la transición a una economía verde podría crear 60 millones de empleos en los próximos 15 años.