MÉXICO, DF.- Senadores del Partido Acción Nacional (PAN) solicitaron al presidente Enrique Peña Nieto cancelar el incremento de 3% al precio de las gasolinas previsto para enero del próximo año. Ello, consideraron los legisladores, por tratarse de una medida que impactará severamente en la economía de las familias, presionará la inflación y promoverá el encarecimiento de los bienes y servicios, además de limitar el desarrollo de todas las actividades económicas del país. En un punto de acuerdo, los panistas también solicitaron a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) implementar los mecanismos de revisión y ajuste de los precios internacionales de los combustibles, para que en función de ello se fije de manera mensual los precios de las gasolinas en México. De acuerdo con los senadores del blanquiazul, sólo en el último cuatrimestre de 2014, el precio del petróleo Brent cayó de 102 dólares el barril a 70.5, y continúa a la baja; el West Texas Intermediate (WTI) bajó de 90 a 66 dólares. Lo anterior ha forzado a que el precio de las gasolinas en Estados Unidos se comporte de manera congruente con esta tendencia a la baja, situación que no ocurre en México, pese a que existen las condiciones legales para que el Gobierno federal ajuste los precios del combustible conforme lo hacen los mercados internacionales. Los senadores del PAN consideraron que un error de la política económica del Gobierno federal es que no sólo no han disminuido los precios de la gasolina, como ha sucedido en el mercado internacional, sino que siguen aumentando mes con mes. "Incluso con la tendencia que se ha seguido, para el próximo año, cuando surta efecto el incremento anunciado de 3% en el mes de enero, la gasolina en México se venderá al menos 50% más cara que en el país vecino del norte, además de que su incremento, sin duda, será un detonante a la alza de los índices de inflación y los precios del transporte", señalaron en el punto de acuerdo. Para el grupo parlamentario del PAN en el Senado, el incremento en los precios de los combustibles ya no se justifica, pues en México ya son más caros que en el mercado de referencia. "Si el objeto de su aumento o deslizamiento fue en principio disminuir los subsidios hasta igualarlos a los precios internacionales, ese objetivo ya se cumplió y se superó", apuntaron. Los legisladores indicaron la necesidad de que las autoridades competentes implementen mecanismos que permitan la reducción de los precios de las gasolinas a través de la revisión de las fluctuaciones en los mercados, a efecto de que los precios se ajusten a la baja conforme a la marcada tendencia de los mercados internacionales del petróleo y sus derivados.