La Arquidiócesis Primada de México adelantó algunos detalles de lo que será la visita del Papa Francisco en nuestro país para 2016, cuyo programa final estaría listo para noviembre. “Es previsible que Francisco marche a las periferias de excluidos y grupos afligidos por dolorosas tragedias ante inútiles anhelos de justicia; hacia zonas donde los migrantes sufren, y derribar los muros del odio y separación”, se expone en la editorial del semanario católico Desde la Fe. De gran importancia serían sus encuentros con la vida consagrada, sacerdotes y obispos llamados a pastorear para otorgar la misericordia que el Papa pregona, indicó la Arquidiócesis. Para la Arquidiócesis, la visita representaría una fuerte sacudida a las conciencias, “y nos haría reflexionar sobre la respuesta de la Iglesia para hacer de México un país más justo, sacándonos del embotamiento provocado por la vorágine destructiva de la cultura de la muerte”, considera. Menciona que la palabra del Santo Padre, portando la de Cristo, será incisiva para meditar sobre el respeto a la vida desde la concepción, y preservar la institución del matrimonio como fuente excepcional de la familia; para construir instituciones políticas y jurídicas más justas, además de modelos económicos al servicio de la persona y bien común. “No faltarán oportunistas políticos jalando agua para su molino; sin embargo, en la alegría de esta peregrinación, lo importante es dar gracias a Dios y anunciar que es “bendito el que viene en el Nombre del Señor”, expone. En la misa no estuvo Norberto Rivera, sino el canónigo Julián López en la Catedral Metropolitana. En el semanario católico titulado “El Papa viene a México”, asegura que su anuncio comienza a generar expectativas por el tono del viaje y las diócesis que podrían acoger al Obispo de Roma. “Una peregrinación con acentos especiales porque viene al país que aloja a la segunda población católica más grande del mundo”, indica. El Santo Padre –afirma- sabe y entiende de las circunstancias por las que atraviesa México, nada halagüeñas y sí desesperadas, cuando millones viven en situación de vulnerabilidad, en condiciones ínfimas de desarrollo humano a pesar de programas asistencialistas que no logran reducir la pobreza. La editorial subraya que el Arzobispo de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, recibirá al Vicario de Cristo y, desde la Basílica de Guadalupe, el Papa podría advertir a todos los mexicanos sobre nuestra responsabilidad social, muchas veces ignorada u omitida. “Que, a través de ella se llega a Cristo, Verbo del Padre, para el anuncio de la Buena Noticia de liberación que necesita calar hondamente en cada persona y demoler las estructuras de pecado”, indicó.