El Universal/La Voz de Michoacán Ciudad de México. A mediados del año pasado Silvano Aureoles Conejo se puso los guantes: no a la alianza con el PAN. Pero la vida da vueltas y en la rueda de la fortuna el gobernador de Michoacán ahora admite la alianza con los blanquiazules. Pero no todo es miel sobre hojuelas. No soy partidario de las alianzas PRD-PAN porque donde lo hicimos no nos ha ido bien, en el mejor de los casos, el PAN nos deja parques y jardines o la dirección de panteones”, dice ahora el perredista. En entrevista con EL UNIVERSAL primero desmenuza como politólogo la columna vertebral que, en su opinión, debe tener el Frente: claridad ante los problemas de seguridad, de desigualdad, el sistema político y de gobierno, todo con la cauda de luz de la figura ciudadana. Pero vemos a puro político en las fotos… —El planteamiento va más allá de los partidos políticos. Es la agenda de México. ¿Qué propone? —¿Tú crees que la gente nos cree que eso que presenta el presidente de PAN [Ricardo Anaya] o la del PRD [Alejandra Barrales] o el de Movimiento Ciudadano [Dante Delgado] es un tema ciudadano y tú no ves ni un ciudadano que esté sentado, planteando, debatiendo, ofreciendo alternativas? ¿Qué ve la gente otra vez? Van a juntar sus canicas para ver cómo construyen una primera minoría. En 2000, Vicente Fox sacó, creo, 44% y toda la gente se desencantó porque una semana después de tomar protesta ya se había peleado con sus aliados más cercanos y la supuesta sociedad del cambio fracasó. ¿Vamos a repetir la historia ahora? Yo no estoy de acuerdo. Si la idea ahora es construir un Frente para construir un candidato y luego un presidente, no estoy de acuerdo. Mi lógica es la reconstrucción del país, si esa ruta no está en la visión de los líderes, entonces no estamos bien. Los líderes de los partidos no son el Frente Ciudadano por México, ellos representan a los partidos y lo que tenemos que hacer es una convocatoria a los ciudadanos, pero después de que presentamos la carta ¿cuál fue la reacción inmediata del presidente del PAN? Que no iban permitir la injerencia del gobierno en la construcción del Frente. Pero a ver, ¿dónde está el Frente Ciudadano? La única manera de que eso puede ser realidad es que haya una amplia consulta abierta en donde los ciudadanos se expresen. Eso suena muy etéreo, ¿cómo le van a hacer? —Vayamos a una consulta, a una votación abierta a los ciudadanos, para que se sientan incluidos en todos los ejes de la agenda y quien los representa, porque para mí lo mejor sería que una ciudadana o un ciudadano diga ‘a ver, yo quiero encabezar esto, porque quiero ver si es cierto’, y sí hay. Yo decía el rector de la UNAM... ¿El actual? —El actual [Enrique Graue]. Alguien menciona también a Juan Ramón de la Fuente y está bien. ¿Cuál es el rol que están jugando ahorita Anaya y Barrales? ¿El panista está utilizando a Barrales? —Yo no me meto en la vida interna del PAN... Pero lo está haciendo... —No sé si lo esté intentando... Pero por hay impresión de que Anaya maneja a Barrales… —Pero Alejandra es la presidenta de un colegiado que se llama Comité Ejecutivo Nacional, que toma decisiones colectivas y luego esas tienen que ser avaladas por un Consejo Nacional. En el PRD tenemos otra manera de procesar nuestros acuerdos y de tomar las decisiones. Si allá el señor Anaya es el dueño de su partido y por esa razón pretende imponerse como candidato, pues es un asunto de él y de sus compañeros si se lo permiten, pero eso no es el Frente, eso corre el riesgo de llamarse imposición. Y conste que yo he dicho que ni vetos ni imposiciones. No, no se veta a nadie ni excluimos a nadie, porque entonces no es cierto que es ciudadano, entonces no es cierto que nos podemos diferenciar del dedo del PRI, o de la tómbola de Morena. ¿Cómo nos vamos a diferenciar y cómo los ciudadanos nos van a creer que es auténtica nuestra apertura? ¿Barrales está tomando decisiones equivocadas? —Yo creo que la presidenta Barrales ha intentado cumplir y atender con lo que le mandató el Consejo Político, el CEN y el Consejo Nacional. El Frente parece una alternativa seria, porque se está planteando una nueva etapa del país, no son ocurrencias como las del candidato de Morena, él quiere resolver todo de un día para otro y a su manera, o quedar en la continuidad del actual régimen, no. Aquí hay algo que parece serio o que genera expectativas, pero si eso no lo cuidamos... En los demás no veo tan sólida la idea de para qué queremos el Frente, pero de ahí a que sean los presidentes de los partidos los que van a decidir el destino del Frente, eso no es posible, ni van a ser ellos los que impongan al candidato, mucho menos el presidente del PAN va a imponer sus reglas al resto. Sería una vergüenza para Alejandra Barrales Magdaleno… —No sólo para Barrales. Sería una farsa para el país que al final se acabaran imponiendo las decisiones cupulares a la voluntad de la sociedad, eso sería vergonzoso, deja para Alejandra, porque ella no puede tomar decisiones si no consulta al Consejo Político del PRD o al Consejo Nacional, eso sería un intento de tomadura de pelo a la sociedad mexicana y eso no lo podemos permitir. Pero el socio mayoritario, como le llama usted a Anaya, ya tiene el acuerdo con la socia minoritaria, Barrales: ‘Yo soy el presidenciable y tú la candidata al Gobierno de la Ciudad de México...’. —Sólo que la socia no decide, porque si la socia atendiera al socio mayoritario y [éste] la envuelve, como se dice, porque esto ha permeado de que ya el presidente del PAN es el candidato a la Presidencia, la señora presidenta del PRD es la candidata a jefa de Gobierno y el señor Dante Delgado, el jefe de gabinete, ¡mira qué bonito! ¿De verdad estarán pensando eso? Quiero creer que no, pero si lo pensaran les digo de frente y con todas sus palabras: es imposible. El o la candidata tienen que pasar por un proceso de legitimación para que la gente diga ‘sí’. Cuando dimos a conocer la carta [donde Rafael Moreno Valle, Margarita Zavala y Aureoles piden proceso abierto] el presidente del PAN de inmediato descalificó y dijo ‘es la intromisión del gobierno’, eso es una falta de respeto que te muestra el tamaño del personaje que descalifica. Está convocando a un Frente, pero con esas expresiones te dan a entender ‘sí, que sea un Frente amplio, pero siempre y cuando lo encabece yo’, pues eso es narcisismo desmedido, protagonismo desesperado que puede hacerle demasiado daño a este esfuerzo que no debe de hacerse pensando si le vas a ganar al candidato de Morena o si le vas a ganar al PRI, debe hacerse pensando cómo reconstruimos México. Nos ha costado transitar de vivir a la sombra de grandes liderazgos. En el PRD estuvimos a la sombra del fundador y luego de otro, ahora que empezamos a tener vida propia e institucional no correría el riesgo de quedar en manos, ya deja de los que eran nuestros, ahora de uno ajeno, eso estaría peor, y que fuera quien nos impusiera las decisiones, eso jamás va a pasar. Ayer en una entrevista de televisión con Carlos Loret, Barrales elogió a Anaya… —Bueno, pero lo que diga la señora Barrales será lo que ella piensa y siente. Si ella le ve tantas virtudes al dirigente del PAN, pues felicidades, pero ella no es la voz ni puede hablar por casi cinco millones de militantes del PRD, bueno no puede hablar ni siquiera por el CEN. No dudaría que la presidenta del PRD coquetee por quedar bien con el líder del PAN para ver si en una de esas se hace el milagro y ella se convierte en la candidata a la jefatura de Gobierno, yo no tengo ningún problema ni voto aquí. Pero si a ella le cae muy bien, lo admira y le ve tantas virtudes, es asunto de ella, aquí estamos hablando del destino del país, no de los sentimientos personales. Entonces, por lo que respecta al PAN y a Movimiento Ciudadano, ellos resolverán. Dante no sé, es una especie de hombre-partido, pero en el PRD las cosas se hacen de otra manera. Hay un buen ambiente y aceptación en encuestas al Frente, pero posturas tan cerradas y contradictorias pueden acabar hundiendo una gran propuesta, porque se pueden privilegiar intereses personalísimos por encima del interés general del país. Yo pongo mis aspiraciones en un sobrecito y me someto al método que quieran, si en ese proceso hubiera un ciudadano, yo encantado, eso sería lo ideal, lo mejor que le pudiera pasar al Frente, pero éste tiene que desterrar que sea una decisión unilateral. ¿Tiene que abrirse más a los ciudadanos, ya? —Estoy elaborando una propuesta de cómo debería trabajarse el espacio o los participantes para que le den forma al método, a la metodología, porque son casi tres mil 500 cargos, estamos hablando de la Presidencia de la República… Que es el premio mayor... —Lo es, pero también está el Congreso, nueve gubernaturas y muchos cargos más. En el caso de la Presidencia puede haber un método combinado, no me cierro si no es la urna transparente, pero sí que le dé legitimidad a la candidata o candidato. El reparto de cuotas a lo oscurito truena este esfuerzo. Alguien decía que tienen que cuidar la forma en que se abren a los ciudadanos, porque en una de esas se le pueden colar el PRI… —Bueno, alguien decía ‘es que el gobierno quiere deshacer el Frente’. ¡Pues claro! Si yo estoy en el poder y veo que se me organizan los partidos voy a querer deshacerlo. Quien se sorprende de eso se me hace de una ingenuidad, porque es lógico, el partido que está en el gobierno no se va a abrir a la competencia y va a buscar seguir en el gobierno, como nosotros andamos buscando construir una propuesta diferente y llegar al gobierno. Que ni se asusten, porque quienes acusan que el gobierno se quiere meter, han sido permanentemente gobiernistas y han sido, incluso, los que más han atacado a quienes hemos sido oposición casi toda la vida. Eso es una cortina de humo, ya veremos si los dejamos. Si tú me dijeras ‘en una elección abierta se va a meter el gobierno o se va a meter el PRI’, pero tampoco los otros cantan tan mal las rancheras. Tan sólo el PAN tiene 12 gobernadores, nosotros tenemos cuatro, entonces, pensar que nomás los de enfrente representan riesgos, pues pongamos las reglas. Pidamos al INE que nos organice la elección en febrero, por única vez, el transitorio de la reforma lo permite y órale.