Piden el cese del dirigente nacional del PRD tras fracaso en elecciones

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Foto: Twitter. Al interior del PRD ya están solicitando el cese del dirigente nacional.

El Universal/La Voz de Michoacán

Ciudad de México. La corriente perredista Nueva Izquierda (NI) planteó la necesaria renuncia de Manuel Granados a la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), "como punto de partida del proceso de renovación" de ese partido y porque "no asumió responsabilidad de los resultados" electorales del pasado 1 de julio.

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Granados llegó la dirigencia nacional del PRD en diciembre de 2017 en sustitución de Alejandra Barrales, bajo cuyo mando se construyó con el PAN y Movimiento Ciudadano la Coalición Por México al Frente para competir por la presidencia, el Congreso y la mayor parte de los cargos locales en disputa. La ex presidenta dejó el cargo para buscar el gobierno de la ciudad.

Aunque Granados de todas formas concluirá su mandato en diciembre, la corriente perredista NI propuso su salida para que no encabece el proceso de recomposición del partido, aunque según comunicado de esa expresión, fue un planteamiento, no un acuerdo tomado.

En cambio sí acordaron impulsar una renovación del partido que incluya el cambio de nombre o incluso formar otro partido.

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Los integrantes de esa corriente sostuvieron tres días de reuniones para evaluar los resultados de la elección y discutir el rumbo de ese partido, que además de perder la elección presidencial, redujo su bancada en el Congreso de la Unión, perdió votación en todo el país y por tanto verá mermado su financiamiento en 2019.

Según informó en comunicado, los integrantes de esa corriente, que encabezan Jesús Ortega, Jesús Zambrano, coordinador de los diputados federales, el secretario general Ángel Ávila, Erick Villanueva, entre otros, propusieron la ruta a seguir para reformar al PRD y para actuar frente al gobierno que encabezará Andrés Manuel López Obrador.

Hacia afuera plantearon ser una oposición propositiva, que no asuma posiciones extremas, pero dar seguimiento, incluso con el nombramiento de "un gabinete sombra" a las acciones del gobierno federal y de los gobiernos locales.

En lo interno acordaron "plantear como propuesta el cambio de nombre del PRD, o incluso la posibilidad de formar un nuevo partido (que) sea resultado de un amplio proceso de deliberación interno, dar seguimiento a sus representantes populares e iniciar el proceso de renovación de la Coordinación Nacional de Nueva Izquierda, además de realizar una consulta a toda la militancia del PRD para definir directrices para la renovación del partido".