Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Tras casi un año de salir de prisión y de mantenerse lejos de los reflectores, Rosario Robles deja en suspenso si regresará a la vida política activa, pero advierte que entre diciembre y enero próximos tomará una decisión sobre su futuro. La primera mujer en gobernar la capital del país aseguró que ha tenido diversos contactos con integrantes del Frente Amplio por México, pero sostiene tajantemente que no ha hablado con el presidente de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, de cara al proceso electoral de 2024. Sobre su estancia en prisión, Robles asegura que le ayudó a valorar más a su familia y a conocerse a sí misma. Afirma con orgullo su inocencia en el caso de la Estafa Maestra y le pide a la Fiscalía General de la República que siga el rastro del dinero para dar con los responsables del desfalco millonario en el sexenio pasado. Señala que su mayor error fue confiar extremadamente en las personas que la traicionaron, pero quiere que su historia sea contada en una serie para recuperar la retórica de lo que ha sido su trayectoria política y brindar un ejemplo de superación a las mujeres que quieren romper los “techos de cristal” en la política mexicana. En entrevista en un programa de MilenioTV, se le preguntó si está de regreso en la política, a lo que la exfuncionaria respondió que nunca se fue, “aún en este infierno que me tocó pasar durante 3 años, todo el tiempo hice política. Mis abogados me decían ‘ya cállate la boca, no digas nada, no hagas nada’, pero yo mandaba mis cartas al presidente, al fiscal. Incluso logré que el ministro Arturo Zaldívar hiciera una visita histórica al penal de Santa Martha Acatitla”, pero aclara que esa visita no le benefició a ella, ya que “yo ya venía ganando mis amparos. Venía en un proceso en el que tanto el juez de amparo como el tribunal colegiado me habían dado la razón varias veces en la necesidad de cambiar mi medida cautelar. Quiero recordar que no se me acusó de robar dinero, ni de peculado, se me acusó de ejercicio indebido del servicio público, el mismo delito de Francisco Garduño por las 40 muertes de migrantes en Ciudad Juárez, pero él sigue en su supuesto y no ha pisado la cárcel”. En lo electoral, indicó que está esperando los tiempos, incluso confesó que dentro del penal consiguió votos para la alianza Va por México en 2021. Incluso dijo haber ya entablado pláticas con personajes ligados al Frente Amplio por México, ya que su hija mariana milita en el Frente Cívico Nacional, “es consejera nacional y varios de ahí son mis excompañeros como Guadalupe Acosta Naranjo, Fernando Belaunzarán o Cecilia Soto”. Sin embargo, insistió en que no ha tomado una decisión, pero en diciembre o enero, ya iniciado el proceso rumbo a la elección presidencial, se definirá su posición política. Cuestionada sobre los motivos para encarcelarla, la experredista admite que uno de ellos fue la serie de videos en los que René Bejarano es exhibido recibiendo fajos de billetes por parte de Carlos Ahumada. “Ese es uno de los motivos. Yo era la alumna de Andrés Manuel, yo era su segunda de a bordo cuando luchamos para que él fuera el presidente del PRD y jefe de Gobierno. Después de su triunfo empezó a haber divergencias, me pidió que subiera el precio del Metro para que yo cargara con ese muertito y le dije que no”. Pero además, recordó que López Obrador no le perdona haber se sumado al gobierno priista de Enrique Peña Nieto, con quien fue secretaria de Desarrollo Social y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano. Luego de eso, cuando AMLO ganó la elección, relató, “hubo una reunión entre gabinetes de transición y me saludó muy afectuoso de beso y abrazo; luego declaró que no iba a ir por chivos expiatorios, pero posteriormente hubo una reunión en Palacio Nacional en la que estaban el exconsejero jurídico, el fiscal general de la República y el presidente y ahí se decidió ir por mí”. Pero no sólo eso, sino que, además, gente de la 4T habría intentado presionarla para delatar a otros personajes de la administración de Peña Nieto: “Cuando me entero por la televisión que tengo una orden de aprehensión por delincuencia organizada, aparecen unos abogados que dijeron que me podían ayudar porque tenían contactos con la 4T. Hablan conmigo y me dicen: ‘Di que fue Luis Videgaray’. Les contesté que no iba a mentir para salir. Uno de esos abogados apareció después como suplente del actor Sergio Mayer en Morena, quien finalmente no ganó la reelección”. Y el intento de incriminar al exsecretario de Hacienda no paró: “El abogado (de la 4T) salió a decir que ya había aceptado involucrar a Luis Videgaray. Tuve que mandar poner en mi Twitter que eso era totalmente falso, una mentira absoluta, y ahí vino la ruptura con esos abogados”. Ahora, a la distancia, la exfuncionaria confesó cómo sobrellevó el cautiverio y recapituló sobre sus errores. “Nadie sabe lo que es la libertad hasta que la pierde, sobre todo cuando te ponen el candado en la noche y te das cuenta que has perdido la libertad; llegó un momento en que dije: ‘hasta aquí llegué’, pero la fuerza de mi hija, leer y meditar me ayudó mucho”. Y meditando, encontró que “Mis errores fueron mi extremada confianza en la gente y mi incapacidad de percibir la traición. Creo que esos fueron mis principales errores, empezando por el hoy Presidente”. Recordando aquel episodio en que Enrique Peña Nieto, en medio de un acto público, le dijo la conocida frase “no te preocupes, Rosario”, Robles Berlanga rememoró que “el presidente Peña estaba fuera de México y entiendo la circunstancia de muchos de ellos porque fueron perseguidos; tal vez yo fui la más perseguida porque nadie más fue tocado ni con el pétalo de una rosa”. En el tema político, durante la entrevista salió a relucir la actual pugna mediática que el presidente López Obrador ha emprendido contra la aspirante presidencial panista Xóchitl Gálvez, lo cual Robles Berlanga consideró un abuso, ya que “se está hablando de una mujer que ha vivido ese ataque desde el poder. Me duele más porque son mis compañeros con los que luché brazo a brazo, codo a codo, para que hubiera democracia en nuestro país, para que no se persiguiera a opositores”. Y por esa razón ve algunos riesgos en las elecciones de 2024, como “la polarización, las campañas de odio y la intromisión del presidente, que es contradictoria a sus demandas de 2006. Ya nos peleamos entre hermanos y familias. Tenemos que recapacitar porque tenemos un país que sacar adelante”. Y precisamente, haciendo un comparativo entre dos referentes de la oposición, como lo fueron Cuauhtémoc Cárdenas y López Obrador, Rosario Robles señaló que “Cárdenas es el gran líder en la lucha por la democracia en México. Salir del PRI en la época que lo hizo, luchar por la Presidencia de la República y después crear el PRD… Va a pasar a la historia como un demócrata, como un hombre que luchó por la democracia. En cuanto a AMLO, “a pesar de todas mis diferencias, pensé que iba a ser muy buen presidente por su visión social, pero creo que lo amarró su deseo de venganza, se quedó atrapado en el 2006”. Y es que, dijo, hay una diferencia entre el López Obrador de 2006 y el de 2018, ya que en los primeros comicios presidenciales “venía de ser un buen jefe de Gobierno a pesar del tema de la seguridad”, pero en 2018 vio a un AMLO más “riesgoso”: “Lo vi cuando se dio esta confrontación y cuando él prefirió que yo pagara los platos rotos por los videoescándalos”. Retomando el tema de la bioserie que plantea para contar su historia, la visualizó como “una historia de una mujer de clase media que viene de la cultura del esfuerzo, que fue brigadista y líder estudiantil; desde ahí hasta llegar a ser secretaria de Estado, la primera jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Quiero que se cuente esta historia porque las mujeres jóvenes tienen que saber que nos ha costado mucho trabajo y que romper los techos de cristal luego te lo cobran muy caro”. En el tema de la Estafa Maestra, cuya responsabilidad se le intentó atribuir, Rosario Robles dijo que esa percepción fue cambiando y “nosotros lo fuimos midiendo, porque si a mí me hubieran encontrado un recurso indebido que no fuera producto de mi trabajo, probablemente esa idea se hubiera mantenido, pero a mí no me encontraron nada”. Pero al hablar de la Estafa Maestra es ineludible el nombre de Enroque Peña Nieto, a quien Rosario Robles le lava las manos: “El presidente Peña nunca me pidió algo indebido, mi participación nunca fue a condición de afiliarme al PRI. Siempre me vio como una mujer de izquierda. ¿Cómo vamos a juzgar cada gobierno? Porque, pues, hoy tenemos un Segalmex, hoy tenemos personas responsables de las muertes de migrantes que están tranquilamente en sus casas”. Cuestionada sobre la participación de subalternos involucrados en el desvío de recursos, la extitular de Sedatu reconoció que llamó su atención cuando Emilio Zebadúa apareció como testigo protegido “cuando había sido mi Oficial Mayor y el que había firmado los convenios y que dijera que yo le había dado las instrucciones. Yo le pedí a mi área jurídica que se presentara como tercera afectada, pero la PGR dijo que no teníamos vela en el entierro. Esas personas que denunciaron entonces, hoy son denunciadas y perseguidas. A mí no me encontraron nada y le pido a la Fiscalía que sigan el dinero”.