Redacción / La Voz de Michoacán Ciudad de México. El consejero presidente del Instituto Nacional electoral (INE), Lorenzo Córdova, exhibió durante la Cumbre Mundial de la Democracia Electoral “el hostigamiento” que reciben las autoridades electorales mexicanas desde el poder. Detalló que de 869 conferencias mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador, en 299 ha hablado del INE y el 63 por ciento han sido ataques directos. Durante el panel “Los organismos electorales en la preservación del orden democrático y las amenazas a su independencia”, moderado por José Thompson, director ejecutivo del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, el consejero presidente del INE destacó que las descalificaciones a la labor del árbitro electoral “no son nuevas, pero sí novedosas al venir desde el gobierno, desde los circuitos del poder, y eso las vuelve mucho más peligrosas”. Puso como el primer eje de ataque y hostigamiento la descalificación verbal, discursiva y pública que proviene directamente desde el poder gubernamental, de lo que dijo “en México hemos sido objeto en los últimos dos años” con mayor fuerza, al no venir desde oposiciones inconformes, sino desde los principales beneficiarios de los resultados electorales. Por primera vez expuso un análisis de las conferencias de prensa matutinas, en el que exhibió que “en las conferencias mañaneras del presidente, de casi 900 mañaneras, en 300 se ha referido al INE y 63 por ciento de las menciones han sido negativas”, con comentarios como “que consejeros del INE y magistrados del Tribunal conspiramos contra la democracia”. Detalló con imágenes del presidente de la República “algunas expresiones de la narrativa que desde el gobierno se ha querido empujar que si los funcionarios electorales ganamos más que el presidente, que si somos el órgano electoral más caro del mundo, que si no somos demócratas y despreciamos al pueblo, que los del INE y el Tribunal forman parte de un grupo político, que quienes deberíamos promover la democracia nos dedicamos a boicotearla y para caer en la narrativa de que urge una reforma electoral para que haya democracia”. La gráfica presentada ante autoridades electorales de distintas partes del mundo detalla que en 2018, de 19 mañaneras, en siete el presidente mencionó al INE; en 2019, en 49 de 252; en 2020, en 80 de 254; en 2021, en 116 de 244, y en lo que va del 2022, en 47 de 100 conferencias. Destacando que en promedio, desde que inició este gobierno, el mandatario ha usado el 34.4 por ciento de sus conferencias para hablar de las autoridades electorales. Córdova Vianello agregó como parte de estas narrativas al presidente de Morena, Mario Delgado, “hablando de la necesidad de exterminar al INE” o el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, “diciendo que ya es tiempo de que las elecciones vuelvan a ser organizadas por la Secretaría de Gobernación, como sucedía hace 30 años”. Señaló como segundo eje de ataques y hostigamiento, “el uso del brazo coercitivo del Estado o de la amenaza pública tanto a la integridad personal como al funcionamiento mismo de las autoridades electorales, como una manera de tratar de conseguir que las decisiones de las autoridades electorales favorezcan ciertos intereses políticos”, como lo hizo el mismo Gutiérrez Luna. Mencionó “las amenazas tanto públicas de algunos actores políticos como algunos candidatos a algún cargo público de parte del partido gobernante hace apenas un año o bien”, refiriéndose a las declaraciones de Félix Salgado Macedonio. En tercer lugar “la asfixia presupuestal como una manera de acotar la independencia y la autonomía de los órganos electorales, en ocasiones incluso poniendo en riesgo su capacidad operativa” y que este año pasó a afectaciones directas como “el que no pudimos instalar el número de mesas que nos obligaba la ley en revocación de mandato por el recorte presupuestal al que fuimos sujetos”. Y en cuarto lugar, enlistó “la amenaza de propiciar una reforma electoral como una manera de replantear el sistema electoral, incrementar los controles de los gobiernos, socavar el sistema de partidos o bien, mermar la calidad de la representación política, es decir, la reforma no vista como una forma de mejorar sino de amenazar a las autoridades electorales, una captura y una merma al sistema de partidos e incluso, una erosión, una fractura, una disminución de la capacidad representativa de nuestros sistemas políticos”. El consejero presidente destacó que si bien México no es el único que sufre estos ejes de ataque y hostigamiento, lamentablemente sí los ha experimentado todos juntos, pues puso ejemplos de otros países en los que se viven algunos de estos escenarios. “Está la descalificación que del Tribunal Superior Electoral de Brasil ha hecho el presidente Bolsonaro. Las agresiones físicas que han sufrido las autoridades de Perú, el acoso penal de autoridades electorales en Bolivia, el recorte presupuestal de los órganos electorales de República Dominicana. “Está la amenaza o intento de reforma electoral que el gobierno de Boris Johnson ha hecho para incrementar los controles del gobierno sobre el órgano independiente, por no hablar de ese episodio que conmocionó al mundo y que acabó con el ataque al Capitolio tras una serie de descalificaciones por parte del expresidente Donald Trump al sistema electoral norteamericano”, señaló. También destacó cómo en El Salvador, el actual titular de informática del Tribunal Superior Electoral de ese país fue el estratega de la campaña presidencial “que, como sabemos, fue muy exitosa, es decir, el que va a dirigir la informática electoral es el operador de una de las partes políticas que es la más importante en ese país”, lo que muestra también, el intento de captura de los órganos electorales desde el poder. Finalmente, Córdova Vianello sostuvo que el próximo año cuatro de los 11 consejeros y consejeras del INE dejará su cargo, lo que alertó, si bien es un sano mecanismo de renovación periódica, no deberá traducirse “en un abrir la puerta en un intento de captura por parte de fuerzas políticas”. Y agregó que “es normal que los órganos de control del poder políticos, de rendición de cuentas seamos incómodos. No me parece anormal o incomprensible, pero sí peligroso que los órganos electorales seamos los nuevos objetivos de descalificación y de intento de desprestigio y de erosión en términos institucionales”.
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