La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que Polo se convirtió en huracán categoría I en la escala Saffir-Simpson, por lo que se estableció zona de alerta desde Punta San Telmo, Michoacán, hasta Cabo Corrientes, Jalisco. En su cuenta en Twitter, la Conagua detalló que, mientras tanto, el remanente de Odile, asociado con nublados densos, se debilita rápidamente y se desplaza al noreste. Además, a través del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), detalló que hasta las 22:00 horas Polo presentaba vientos máximos sostenidos de 120 kilómetros por hora (km/h), rachas de hasta 150 y se desplaza hacia el oeste noroeste a 17 km/h. El centro del meteoro se localizaba aproximadamente a 290 kilómetros al sur de Manzanillo, Colima, y a 355 kilómetros al oeste-suroeste de Zihuatanejo, Guerrero. Por lo anterior persisten las condiciones de vientos fuertes de hasta 60 km/h, con oleaje de dos a tres metros de altura en las costas de Guerrero y Oaxaca. El sistema favorecerá en las próximas horas lluvias intensas en Jalisco y Colima; muy fuertes en Nayarit, Oaxaca, Guerrero y Michoacán; y fuertes en Puebla, por lo que se estableció una nueva zona de alerta desde Punta San Telmo hasta Cabo Corrientes. Por otra parte informó que la baja remanente de Odile presentaba vientos máximos sostenidos de 45 km/h, rachas de hasta 55 y se desplazaba hacia el noreste a 11 km/h ubicándose a 35 kilómetros al oeste-noroeste de Caborca, Sonora. El sistema continuará favoreciendo lluvias intensas en Sonora, muy fuertes en Baja California, fuertes en Sinaloa y lluvias menores en Baja California Sur, además de que se prevé oleaje de uno a tres metros de altura en el Golfo de California. Por lo anterior, el SMN exhortó a la población a continuar atenta a los avisos y seguir las indicaciones que emiten Protección Civil y autoridades estatales y municipales. También recomendó extremar precauciones, ya que el temporal de lluvias de los últimos días ha reblandecido la tierra y podría provocar deslaves en áreas montañosas, zonas de laderas y carreteras. Además los vientos todavía pueden derribar estructuras frágiles, también es previsible la crecida de ríos y riachuelos que bajan con fuerza, cargados con los escurrimientos de zonas más altas, lo que hace peligroso su cruce. La Conagua y el SMN reiteraron el llamado de mantenerse alertas a los avisos de las autoridades y seguir sus indicaciones para reducir riesgos y daños a la población.
La Voz de Michoacán
