Omar Cuiriz / La Voz de Michoacán ¿La educación artística realmente funciona como herramienta para que una sociedad tenga relaciones más sanas, de mayor comprensión y empatía hacia el otro y el entorno? La respuesta es sí, “pero no al memorizar la biografía de grandes artistas, sino viviendo el arte como experiencia que permita un autodescubrimiento y una conexión con otras visiones que se plantean la humanidad de otras maneras”. “El arte como experiencia rehace el universo de quien la vive y posibilita una formación integral y de una arquitectura interna de otro orden”, declara Lucina Jiménez, actual titular la dirección general de Formación y Gestión Cultural, un cargo adjunto a la Secretaría de la Cultura recién creado por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo. Cabe recordar que la presidenta anunció el pasado 1 de octubre, durante su primer mensaje público, que “el horario de las escuelas primarias se irá extendiendo gradualmente para enseñar educación artística y física, a partir de 2025”. Lucina Jiménez compartió con La Voz de Michoacán que ya se prepara la estrategia que se dará a conocer próximamente, y destacó que por primera vez la formación artística se coloque como un tema de relevancia nacional. “Vamos a contribuir a este proyecto de la presidenta desde mi cargo que está articulado a la Secretaría de Cultura y que se creó justamente para abogar por un esfuerzo colaborativo nacional enfocado en que los procesos artísticos logren un carácter formativo”, señaló durante su reciente visita a la ciudad de Morelia para recibir un reconocimiento por parte del Conservatorio de las Rosas. ¿QUÉ SÍGINIFICA REALMENTE UNA FORMACIÓN ARTÍSTICA? Es precisamente el arte –explica Lucina Jiménez– una herramienta que al mismo tiempo permite que la persona y su corporeidad sean la obra artística –por ejemplo, al cantar– que se esculpe a sí misma, y que a la vez lo hace en colectivo por quienes lo perciben, y eso genera una dinámica tanto de aprendizaje colectivo como colaborativo, que es sin lugar a dudas una herramienta fundamental para el desarrollo creativo de la plasticidad intelectual y de la curiosidad misma. Lucina Jiménez Explicó que ese desarrollo creativo y de la curiosidad forman nuevas y variadas concepciones del mundo, así como nuevos procesos para comprenderlos, “es decir, el arte transforma el interior y las relaciones con los otros”. “Entonces estamos hablando también de invertir en el deseo de conocer, de aprender, de explorar, de investigar y de tener esa curiosidad que te puede llevar a sorprenderte a ti mismo de tu propia capacidad de construir conocimiento, y eso es algo que las artes brindan, porque te permite también encontrar propósito y el proceso, que muchas veces es el proceso mismo el que te devela las sorpresas de lo que estás conociendo, empezando por el autoconocimiento”. HORARIOS EXTENDIDOS, PROYECTO 2025 Lucina Jiménez resalta que cuando la presidenta Sheinbaum coloca la educación como centro de su mandato y las artes como uno de esos elementos, lo que está haciendo es complementar esa relación arte-ciencia, que es lo que permite entender a la humanidad de una manera integral. Explica que ahora se va a acercar mucho más la experiencia educativa como parte de un diseño ya nacional. Este nuevo enfoque en la educación básica permite colocar las artes en tres ángulos distintos muy específicos: 1.- Se reconoce como lenguaje, eso quiere decir que tiene la posibilidad de ser equiparable al aprendizaje de cualquier lengua. 2.- Se reconoce la educación artística como una manera transversal de articular el proceso de formación, que tiene que abonar en lo cognitivo; es decir, no estamos hablando de un entretenimiento ni de algo complementario, sino algo que, como la ciencia, permite construir conocimiento. 3.- El tercer componente es el que va a permitir la vinculación entre el proceso educativo y lo comunitario; entonces, si nos colocamos en esos tres vectores, las artes encuentran un camino que puede ser distinto pero complementario y eso hace la diferencia. Lo anterior forma los pilares del proyecto que se trabaja desde la Secretaría de Cultura y su Dirección de Formación y Gestión Cultural y que se espera que se anuncie antes de que termine el año, y que como primera etapa se sabe que modificará los horarios en las escuelas primarias, extendiéndolos para integrar materias artísticas y de educación física. “COMPROMISO CON MORELIA Y EL COSERVATORIO” La también antropóloga reconoció que el Conservatorio de las Rosas es la institución más emblemática de las Américas en cuanto a formación musical. “Fue la primera institución que se creó en el continente para la formación musical, y es un ejemplo de cómo la música puede ordenar no sólo la formación de las personas, sino además relacionarse con todos los niveles educativos. Es un ejemplo que el Conservatorio ha puesto a nivel internacional: que la música forme parte desde los primeros años de vida hasta un desarrollo profesional”. Dijo que los 75 años que tiene el colegio significan una vocación tremenda y sólo habla de un trabajo riguroso y constante, mismo que ha sido un espacio formativo de grandes figuras de la música mexicana y de formación para las infancias y las juventudes en la música. “Tenemos muy pocas experiencias en el país de esta profundidad y de esta dimensión, entonces para mí tiene un valor tremendo recibir este reconocimiento de una institución tan importante y entrañable”, reconoció Lucina Jiménez Aseguró que está comprometida con la institución, pues la presidenta del país, Claudia Sheinbaum Pardo, hizo un compromiso por primera vez de colocar la educación artística como una prioridad y junto con la Secretaría de Cultura asume el compromiso de trabajar de la mano del Conservatorio de la Rosas, con los Niños Cantores, otros centros musicales, así como pedagogos, maestros y compositores para que ese compromiso se haga realidad. CUANDO UN NIÑO O NIÑA CANTA La directora de Formación y Gestión Cultural recibió un reconocimiento por parte del rector del Conservatorio de las Rosas, Raúl Olmos, la Junta Directiva y los Niños Cantores de Morelia, por su trabajo como gestora de la formación musical. En un evento íntimo, las y los Niños Cantores interpretaron la canción “La Llorona” en náhuatl y en español, lo que sensibilizó a los presentes, y sobre todo a Lucina Jiménez, quien posterior a la interpretación aprovechó para explicar que “cuando un niño o una niña canta está rehaciendo su universo, su mundo, y nos está regalando esa posibilidad de sumarnos a ese nuevo mundo, de tal manera que cuando uno los escucha, se sabe perfectamente bien que está sucediendo un cambio en su vida de una manera muy profunda. “El trabajo coral tiene una gran virtud, y es que moviliza no sólo la emoción y la energía de quien canta, sino de quien rodea a la persona que canta, entonces hay un gran movimiento de las familias, de las comunidades, y eso hace que el canto se convierta en esa poderosa herramienta que es prácticamente universal”, dijo dirigiéndose a los Niños Cantores. Abundó en que el “autoconocimiento es la primera manera en que el arte transforma porque es como si uno fuera una mina y al mismo tiempo el minero e ingeniero, “tú eres quien hace la exploración descubriéndote, pero además lo haces en un contexto de colectividad y eso es muy valioso”. Lucina Jiménez y los Niños Cantores de Morelia. Explicó que esto no sólo pasa con la música, sino con todas las artes. “Estamos hablando de procesos artísticos de carácter formativo con una posibilidad de interconectarse transversalmente con otros saberes y con otros conocimientos en diversidad, y, al mismo tiempo, de jugar un papel de articulación entre comunidad y educación, y eso es justo parte del proceso. En su sentido de transversalidad, te permite relacionar arte y ciencia, arte y literatura, arte e historia, arte y geografía, arte y medio ambiente, arte y física, arte y genoma, arte y arquitectura, arte y patrimonio, entonces son como muchas veredas que se abren y potencias las posibilidades del aprendizaje”. Colocó a Morelia como una de las ciudades con mayor diversidad cultural y además donde la población tiene mucha conciencia de valor de esa diversidad y que hay mucho orgullo de origen, lo que permite festivales importantísimos a nivel local e internacional como el de cine y el de música, que dan pie a que Morelia se coloque como un centro neurálgico. Finalmente dejó ver que el Conservatorio se sumó al proyecto que encabeza la presidenta de México y, de hecho, este es el primer lugar donde se está haciendo este tejido de redes que sin lugar a dudas será muy importante.