El Universal / La Voz de Michoacán Ciudad de México. Un grupo de comunicadores, académicos, activistas de agrupaciones defensoras de los derechos humanos y feministas recordaron al periodista Javier Valdez Cárdenas a un año de su asesinato. En pancartas plasmaron frases como: "En nuestro corazón, Javier Valdez vive", "Ni perdón ni olvido", "Mi pluma no te mata, no más balas", "Más de 140 periodistas asesinados" y "Yo no olvido". La protesta contra la violencia ejercida hacia Valdez y otros comunicadores, que fue a la vez una ceremonia luctuosa para honrar su memoria y exigir justicia, se llevó a cabo frente al monumento a la Libertad de Expresión, localizado en una plazoleta a la altura de las calles Ignacio Zaragoza y Juan Ignacio Ramón, en el centro de Monterrey. Entre los asistentes estuvieron la activista Cristina Sada Salinas; el sacerdote católico José Manuel Guerrero Noyola, la investigadora Séverine Durin y la directora de Enlaces de la agrupación feminista, Arthemisas por la Equidad, Irma Alma Ochoa. Los organizadores dieron un mensaje donde se resaltó que "hoy no queremos hablar tanto de la muerte como de la vida y de la labor que hacían nuestros colegas". La concentración, se dijo, es un acto que, como los realizados en otras partes del país, pretende ser un llamado de auxilio y un grito que renueve la esperanza ante la falta de garantías para el ejercicio de la profesión. En voz de Erick Muñiz, los trabajadores de los medios locales y de corresponsalías señalaron: "Son, por lo menos, 42 periodistas asesinados solamente en lo que va de este sexenio; pero los números ya no parecen inquietar a nadie". La cifra es mucho más grande, se escurre como serpiente a lo largo de los años y en este mes de mayo no podemos dejar de recordar al reportero Gamaliel López y al camarógrafo Gerardo Paredes que, siendo trabajadores de Televisión Azteca Noreste, el pasado Día de las Madres cumplieron once años como desaparecidos, citó Muñiz. "Estamos aquí por ellos y también por cada uno de nosotros, porque la muerte de cada colega nos afecta a todos, seamos o no periodistas, y nos obliga a alzar la voz", concluyó el comunicador.