El Universal / La Voz de Michoacán Hidalgo. Tras más de 6 horas de que el fuego quedó controlado y de que técnicos de Petróleos Mexicanos (Pemex) sellaron la fuga, un grupo de peritos federales realizan el peritaje para poder iniciar el retiro de cuerpos. Rodeados por militares, marinos, policías federales y familiares de las víctimas, las autoridades recorren el lugar, marcan los indicios, cuentan los cadáveres que hasta ahora suman 66. Poco a poco dan acceso a la gente para que traten de identificar a alguno de sus familiares entren los restos para tratar de reconocer un zapato, una marca o un indicio entre los cuerpos calcinados y los restos de cenizas. Muchos no han dormido y a pesar de que se les impidió el paso durante la madrugada se impusieron y lograron llegar hasta el canal en donde ocurrió la explosión. Algunos ya sin esperanzas de encontrarlos vivos y, con resignación, tan sólo esperan para que se les entregue un cuerpo. Cómo Jessica quien ha recorrido varios hospitales y no ha encontrado a su hermana y a su cuñado, por eso acepta que pudieron haber fallecido y por eso pide encontrar sus cuerpos.