Agencias Ciudad de México. El violento enfrentamiento en la Ciudad de México entre dos bandos de jóvenes encapuchados durante la Marcha del Orgullo Gay el pasado mes de junio, dio cuenta de la reaparición de grupos radicales que los medios de comunicación reportaron como “nazis” contra “anarcos”. El centro histórico de la CdMx fue el escenario de tales acontecimientos latentes y peligrosos, mientras las autoridades parecen minimizar sus manifestaciones aunque hay registro de ello, de acuerdo con expertos. Un caso aún más alarmante referente a estos grupos radicales, es el del asesinato de un empleado de la UNAM, en donde a través de un comunicado dado a conocer por un supuesto grupo “eco-extremista” que se denomina Individualistas Tendiendo a lo Salvaje (ITS), se atribuía el homicidio del jefe de servicios de la Facultad de Química de la UNAM, José Jaime Barrera Moreno. Ejecutamos a este hombre para demostrar que NO sentimos respeto por la vida de los hiper-civilizados”, decía el comunicado del grupo extremista. El cuerpo del empleado universitario fue encontrado en un puente de la Facultad. Una cuchillada le había hecho morir desangrado. “Ya lo habíamos comunicado en enero de este año, ‘los heridos y los muertos que causemos serán una ofrenda de sangre para la Naturaleza Salvaje’, y no bromeábamos”, comunicó el grupo a través de un blog. En un artículo sobre los grupos radicales en México, el escritor y periodista, Héctor de Mauleón explica que de acuerdo con los supuestos “eco-extremistas”, quienes según su comunicado ya habrían detonado en la UNAM dos artefactos explosivos, el asesinato de Barrera es la continuación de un “Funeral Nihilista” iniciado en 2011, fecha en que el biotecnólogo Ernesto Méndez fue asesinado en Cuernavaca de un tiro en la cabeza. El grupo Individualistas Tendiendo a lo Salvaje ha reivindicado al menos siete actos perpetrados con artefactos explosivos, los cuales fueron enviados a instituciones de investigación, explica Mauleón. El escritor y periodista, destaca que la reaparición de células radicales en México ha sido documentada en la prensa desde el año 2003, fecha en que un “proyecto internacional anarquista”, la Federación Anarquista Informal, surgida en Italia y España anunció acciones de sabotaje económico y ataques “contra todo lo establecido”, agrega que la historia de estas células data de varias décadas. Los medios registran a partir de entonces la presencia de diversos grupos radicales, pero la pista se puede seguir, de manera más clara, a partir de 2009, señala Mauleón. El escritor agrega que en el 2016 se dieron a conocer comunicados del Frente Subversivo de Liberación Global y de las Células Autónomas de Revolución Inmediata, Praxedis G. Guerrero, grupo de sabotaje económico “y ataque directo al estado capitalista”. Más aún, en este año, a raíz de los encuentros violentos de la marcha gay del mes de junio se registraron de manera sorpresiva grupos mexicanos neonazis, tema que sorprendió a la prensa. Lo preocupante, coinciden expertos, es que aunque el registro de grupos radicales en México sea un problema minimizado, se trata de una amenaza latente. La presencia de grupos radicales transgénicos y paganos en el país y que aparecen en el escenario público es un tema que debe atenderse. Motivo de preocupación Aunque distintas fuentes relacionadas con el área de seguridad consideran que los grupos anarquistas y todas sus diferentes “causas” no cuentan con la infraestructura ni los integrantes suficientes para perpetrar un gran atentado, el haber violado los mecanismos de vigilancia de empresas como Monsanto los convierte en peligrosos. La autoridad persecutoria sí los ha minimizado junto con otros actores que están en el campo delincuencial. También hay una tendencia a la flojera intelectual para meterse a estudiarlos”, consideró Pablo Monzalvo, académico de la Universidad Iberoamericana.