Notimex / La Voz de Michoacán México, 29 Mar.- Al presidir la Liturgia de la Palabra en la Catedral Metropolitana, el cardenal Norberto Rivera Carrera manifestó que es sabiduría divina aceptar con amor la cruz que, dijo, no sólo es esencial en la vida de Cristo, sino que está presente necesariamente en la de todo cristiano. "Se la puede llamar de varios modos y con nombres muy diversos. Con frecuencia, ante un accidente, ante un fracaso o ante una enfermedad incurable, nos estremecemos y no queremos pronunciar este nombre: mi cruz; mejor buscamos otros nombres, otras expresiones". El arzobispo primado de México destacó que la cruz es el camino, el sendero de la vida y advirtió que "nadie le podrá quitar a la cruz y al dolor su dimensión trágica e incomprensible. "Desde los tiempos apostólicos hasta nuestros días, muchos son los que se niegan a aceptar a un Dios hecho hombre que muere en un madero para salvarnos... Desde siempre, y ahora también, ha existido la tentación de suprimir la cruz", alertó. Ante una multitud que abarrotó el templo, Rivera Carrera destacó que definitivamente el "escándalo de la cruz" es terrible, pero no se puede separar de la gloria de la resurrección. "Quizá por entender así la pasión, los antiguos cristianos se vieron movidos a adornar la cruz con piedras preciosas resplandecientes. Quizá por eso nuestros sencillos albañiles siempre veneran la cruz florida como para decirnos que en el madero hay vida, alegría y esperanza". Rivera Carrera llamó a aceptar la cruz: la de la humildad de la razón ante el misterio; la de la voluntad en el cumplimiento fiel de toda ley moral-natural relevada; la de la paciencia en la enfermedad y en las dificultades de todos los días. Además, agregó, la de la constancia infatigable para responder a la propia vocación, y la de la lucha contra las pasiones y las asechanzas del mal. Sostuvo que María al pie de la cruz se presenta como la perfecta discípula, cuando no comprende los acontecimientos y queda sorprendida no los rechaza o los relega, en cambio los medita y los guarda en su corazón. "Cuando la voluntad del Padre suena dura a sus oídos, persiste confiadamente en el diálogo de fe con el Dios que la ha elegido; así le sucedió en el hallazgo de Jesús en el templo y en Caná de Galilea, cuando su hijo rechazó inicialmente su súplica. "Esa fe es la que la ha impulsado ahora a subir al calvario y asociarse a la cruz, como único árbol de la vida", manifestó.