Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. En el marco del Día por la Despenalización del Aborto son muchos los mitos que se erigen frente al derecho de la intervención abortiva, criminalizando la interrupción de la maternidad como parte de los efectos de un discurso hegemonizado en el que se estipula que, tanto el erotismo como la actividad sexual, tienen que culminar en la procreación y la eficacia reproductiva, pero la realidad es muy distinta pues la interrupción del embarazo es uno de los procedimientos médicos más seguros. La Secretaría de Mujeres de la Ciudad de México (Semujeres) registró en septiembre del año pasado cero muertes maternas por aborto en servicios públicos. Aunado a esto, la media mundial estima que de cada 100 mil abortos seguros, una mujer correrá el riesgo de presentar complicaciones durante el bloqueo de la gestación. Estas cifras comprueban que los mitos en los que se asegura que el aborto es peligroso carecen de argumentos suficientemente válidos. Otra de las creencias que rodea a la intervención temprana del embarazo es que causa o aumenta el riesgo de padecer cáncer de seno; sin embargo, el Instituto Nacional del Cáncer demostró, a través de estudios prospectivos, que no hay asociación entre el aborto provocado y el riesgo de desarrollar esta patología. Foto, Jaime Lagunas. En cambio, está relacionada con la exposición constante a las hormonas producidas por los ovarios (estrógeno y progesterona endógenos), derivado de la aparición temprana de la menarquía, que es la primera hemorragia menstrual y la postergación biológica de la menopausia. “No existe relación causal entre el aborto provocado y un aumento subsecuente del riesgo de cáncer de seno”, aseveró el Comité de Prácticas Ginecológicas del Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG, por sus siglas en inglés). ¿Síndrome postaborto? La organización IPAS México expuso en la guía “Diez cosas sobre aborto”, que el síndrome postaborto no es un diagnóstico psiquiátrico válido. La Academia Psiquiátrica Americana (APA) afirmó que no existe evidencia científica que permita diagnosticar a una mujer con efectos que hayan perturbado su salud mental durante la ingravidez. Aunado a esto, recientes investigaciones aseguraron que las tasas de trastornos psiquiátricos son las mismas para las mujeres después del aborto que para las mujeres después del parto. Entre las dudas más frecuentes que rodean a la concepción, se ubica el uso alternativo de la anticoncepción de emergencia; es decir, la ingesta de la píldora del día siguiente. Este método, encargado de suspender la ovulación, es efectivo hasta cinco días después de tener relaciones sexuales sin protección o de uso fallido de preservativo; sin embargo, su toma es recomendada durante las primeras 78 horas, pues, de acuerdo con estimaciones clínicas, con el paso del tiempo disminuye su efectividad. Foto, Jaime Lagunas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el fármaco “Levonorgestrel solo” (PAE de ING), ingrediente activo que ayuda a prevenir la concepción, “no hace daño a una mujer embarazada o un embrión en desarrollo si se toman al principio del embarazo”, etapa en la que normalmente no se tiene conocimiento de la gravidez. A diferencia de lo que se cree, las PAE-LNG no presentan efectos secundarios serios o duraderos. “Algunas mujeres (menos de una de cada cinco, según los estudios) experimentan efectos secundarios leves y de corta duración, siendo los sangrados irregulares los más frecuentes”, seguidos de la fatiga, molestias abdominales y nauseas, aseguró el organismo internacional. Este 28 septiembre, Día de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal y Seguro, es un recordatorio de que el aborto puede ser contemplado a través de dos situaciones: aborto espontáneo y provocado. “Esto recuerda que el aborto es, en muchos casos, un acontecimiento natural, una posibilidad que el proceso reproductivo lleva en sí mismo, previsto en su propio programa”, declaró la psicóloga italiana Silvia Vegetti Finzi ante la necesidad de desestigmatizar la negación de la maternidad.