Redacción / La Voz de Michoacán Ciudad de México. Durante la sesión del Senado de este martes en su sede alterna, la Casona de Xicoténcatl, legisladores de oposición subieron a tribuna para impedir que continuara la discusión de la Reforma Judicial. Luego de la intervención de la senadora Guadalupe Murguía, del PAN, un grupo de legisladores del PAN, PRI y MC impidieron que el siguiente orador, Enrique Inzunza, de Morena, pudiera subir a dar su discurso, por lo que lo hizo bajo la tribuna. “No lo dejen hablar”, gritaban los legisladores de oposición en un intento por entorpecer del desarrollo de la sesión donde se prevé la aprobación de la iniciativa enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, con la cual se busca que los juzgadores sean elegidos por voto popular. “Aunque sea en este estruendo, vamos a continuar la sesión”, advirtió el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña. Afuera del recinto, un grupo de manifestantes que se oponen a la reforma judicial protestaron para intentar frenar la inminente aprobación por parte del oficialismo de la elección de jueces por voto popular. Antes de que la sesión se trasladara a la sede alterna, un grupo de opositores, identificados como trabajadores del Poder Judicial quienes mantienen un paro de labores desde hace casi tres semanas en protesta por esta reforma, irrumpieron en la sesión. El disturbio estuvo acompañado de empujones, el uso de extintores para disuadir a los manifestantes por personal identificado como Protección Civil en el recinto legislativo y el posterior lanzamiento de los mismos entre la multitud. Los manifestantes, que se oponen a la reforma que impulsa la elección de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de justicia de la Nación (SCJN), accedieron hasta el Pleno del Senado, donde gritaron consignas y reventaron la sesión en curso, por lo que la Mesa Directiva de la Cámara alta anunció la suspensión indefinida de la discusión. No obstante, ante el anuncio de que los legisladores se trasladarán hacia la antigua sede del Senado, los trabajadores del Poder Judicial abandonaron la Cámara alta y procedieron a dirigirse hacia la antigua sede del Senado mexicano. En este lugar, ubicado en el centro histórico de la Ciudad de México, a pocos kilómetros del Palacio Nacional, donde vive el presidente Andrés Manuel López Obrador, el principal promotor de la reforma, las autoridades ya teníamn cercado un perímetro para evitar que se repita el mismo suceso. La reforma judicial impulsa la elección de juzgadores por el voto popular, así como un órgano disciplinario para vigilar las sentencias que emitan los impartidores de justicia mexicanos, lo que ha levantado advertencias por vulnerar la independencia judicial, la democracia mexicana y la división de poderes.