EFE / La Voz de Michoacán Ciudad de México. El Senado aprobó este martes la polémica reforma a la Ley de la Industria Eléctrica del presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, que busca propulsar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en detrimento de los generadores privados, sobre todo renovables. Con 68 votos a favor y 58 en contra, tras más de cinco horas de discusión el pleno del Senado aprobó en lo general la iniciativa preferente de López Obrador, aprobada el mes pasado en la Cámara de Diputados. La bancada mayoritaria del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados del Partido del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES), que avalaron la reforma a falta de las reservas, defendieron el discurso del presidente con ataques y señalamientos a las empresas privadas. "Queda aprobado en lo general el proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley de la Industria Eléctrica", dijo tras la votación, el presidente del Senado, Eduardo Ramírez. En la sesión se reservaron varios artículos que se discutieron y al final la normativa se devolvió a la Cámara de Diputados para sus efectos constitucionales. En su turno el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal, dijo que la reforma "es constitucional y es congruente ya que prioriza el interés nacional de brindar un servicio público de transmisión y de distribución de energía eléctrica". Precisó que si bien "no está descartada la generación de energía eléctrica a partir de plantas eólicas o solares, sólo se regula un orden para su despacho, es decir, México sí es promotor del uso de energías limpias". Además, señaló que el documento "no atenta contra la libre competencia, sino que la regula. No es inconstitucional, promueve energías limpias que genera la CFE como las derivadas de hidroeléctricas, geotérmicas y termoeléctricas. Es una reforma indispensable", Previamente, senadores de la oposición mexicana anunciaron este martes que, una vez que la reforma fuera aprobada por la Cámara Alta, presentarían un recurso de inconstitucionalidad contra la misma. "Vamos a agotar todos los medios de defensa legal que estén a nuestro alcance, vamos a preparar una acción de inconstitucionalidad y confiamos que la Suprema Corte sostendrá los criterios que ha venido manteniendo en la política energética", dijo en conferencia de prensa virtual Claudia Ruiz Massieu, del exgobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI). Junto a senadores del Partido Acción Nacional (PAN) y del Partido de la Revolución Democrática (PRD) arremetieron contra la reforma diseñada por el presidente que prioriza a la eléctrica estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) por delante de las empresas privadas nacionales y extranjeras. En su turno, la panista Xóchitl Gálvez criticó que la reforma representaría "seguir incumpliendo todas las normas ambientales" porque discrimina las energías limpias. En la madrugada de este marte, las comisiones de Energía, Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático, y la de Estudios Legislativos del Senado avalaron, con 23 votos a favor y 20 en contra y sin cambios, el dictamen que la Cámara de Diputados aprobó hace una semana. El bloque oficialista, encabezado por Morena, bloqueó además la propuesta de los opositores de convocar un ejercicio de parlamento abierto para que organizaciones civiles y empresarios opinasen del dictamen. El principal cambio de la reforma será eliminar el criterio económico para siempre despachar primero la electricidad de las plantas hidroeléctricas y de combustibles fósiles de la empresa del Estado, la CFE, sobre las centrales privadas de renovables y al último las de ciclo combinado. También, de forma retroactiva, ordena revisar los contratos previos del Gobierno con particulares y cambia las reglas de los Certificados de Energía Limpia (CEL) para darlos a plantas viejas de la CFE. Desde que envió el 1 de febrero la iniciativa al Congreso con carácter preferente, para discutirse en un plazo de 30 días en cada Cámara, López Obrador ha pedido no cambiar "ni una coma" al dictamen, una instrucción que han seguido sus legisladores. Apenas el pasado domingo, el presidente mexicano aseguró que el Senado aprobaría su polémica reforma a la Ley de la Industria Eléctrica.