El recuerdo es vago para quienes no lo vivieron y latente para aquellos que de alguna u otra manera fueron protagonistas en el sismo ocurrido el 19 de septiembre de 1985, en el que cientos de edificios -se asegura más de 500- sucumbieron ante el movimiento telúrico de 8.1 grados en la escala de Richter. Caminar por el Centro Histórico a 30 años del sismo que sacudió a la Ciudad de México es encontrar edificios que fueron y ya no son. Inmuebles emblemáticos de la capital del país que se derrumbaron o fueron demolidos por el daño a su estructura, fueron convertidos en plazas de solidaridad, y años después, en casas de cultura o en grandes hoteles. La cafetería “Súper Leche”, que se ubicaba entre la calle de Victoria y la entonces avenida San Juan de Letrán -hoy Eje Central Lázaro Cárdenas- se desplomó de manera total; hubo muchos muertos. Cuántos? Nunca se supo con certeza, muchos familiares jamás encontraron a su ser querido. “Mucha gente falleció a esa hora, mucha gente desayunaba, estaba lleno el lugar”, comenta Marco Antonio Andrade, testigo de lo ocurrido aquel fatídico 19 de septiembre. Era y es empleado de una tienda de máquinas pulidoras de piso, en la calle de Luis Moya y Articulo 123, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Hoy ese lugar alberga una taquería llamada “Tacos Pocho”, sus empleados, los jóvenes, ni siquiera saben que hubo y ocurrió ahí hace 30 años, en cambio, uno de los más viejos conoce la historia, la escuchó o se la contaron sus patrones. “Sí, aquí era la cafetería “Súper Leche”, dice sin dejar de picar grandes cantidades de cebolla y evitando abundar más sobre el tema. El edificio en el que se encontraba el restaurante comprendía cinco pisos; todos cayeron, mucha gente que vivía en el lugar “quedó aplastada entre las ruinas.” Hoy en día en Internet pueden encontrarse algunos testimonios de quienes asistían a ese lugar, como el de Anabell Mariana Fuentes, quien recuerda que “cuando era peque fuimos varias veces, recuerdo su café con leche y que lo veía enorme. Fue una gran sorpresa cuando supe que se había caído”. Carlos Pérez relata: “yo fui varias veces, pero lo mejor es que en Súper Leche le pedí a mi suegra la mano de su hija”. El 19 de septiembre de 1985 el elegante Hotel del Prado, que se ubicaba frente a la Alameda Central, sufrió daños severos en la estructura, por lo que fue demolido y ahora se erige ahí el Hotel Hilton. Otro de los muchos inmuebles afectados por el sismo del 85 fue el Hotel Regis, que se encontraba en Avenida Juárez esquina con Balderas, y se cayó segundos después del terremoto, sus ruinas se incendiaron debido a una fuga de gas, lo que complicó el rescate de sobrevivientes. En su lugar fue construida una Plaza de la Solidaridad, en recuerdo de las miles de víctimas que murieron durante el sismo; otras plazas de este tipo se ubican en el predio que albergó la mueblería Salinas y Rocha, entre avenida Juárez, doctor Mora y Balderas, donde también estaba el edificio Aztlán.