El tráfico ilegal de especies de fauna y flora silvestres es un delito que genera ganancias en el mundo de hasta 100 mil millones de dólares anuales, señaló el director ejecutivo de la de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Aldo Lale-Demoz. Al inaugurar los trabajos de la “Conferencia Regional de Aplicación de la Ley: delitos contra la vida silvestre y los bosques en las Américas”, en Quintana Roo, consideró urgente fortalecer los regímenes jurídicos en los países de Latinoamérica para tipificar y elevar las penas contra este ilícito. En el acto organizado de manera coordinada con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), el represente del citado organismo mundial planteó que dado el crecimiento de este fenómeno, es necesario emprender acciones como la sensibilización sobre el tema. Propuso la capacitación de autoridades del Poder Judicial y de las encargadas de la aplicación de la ley; evitar que las industrias utilicen especies de flora y fauna silvestres en la manufactura de sus productos; así como buscar que los responsables de los delitos sean llevados a la justicia. En este contexto, resaltó el liderazgo que México ha tomado en la búsqueda de una estrategia eficiente de combate a este ilícito. En tanto, el subprocurador de Recursos Naturales de la Profepa, Ignacio Millán Tovar, destacó la importancia de “adelantarnos a las nuevas formas de operación de los traficantes”. Ello dijo, a través del fortalecimiento de la cooperación internacional que trascienda la esfera de actuación de cada país; el intercambio de información mediante el uso de redes formales e informales. Además, la asistencia técnica mutua entre las naciones para fortalecer las capacidades de combate al tráfico de especies y la tala ilegal de madera. En un comunicado, recordó que el tráfico ilegal de vida silvestre se ubica entre las tres primeras causas de extinción de las especies a nivel mundial, junto con la pérdida de hábitat y los efectos causados por especies invasoras. Con base en datos recopilados, se estima que el valor del tráfico ilegal de madera alcanza los siete mil millones de dólares por año; mientras que el tráfico ilícito de vida silvestre, excluyendo la pesca y la madera, oscila en ganancias en los 7.8 mil millones de dólares anuales. En los trabajos de la “Conferencia Regional de Aplicación de la Ley: delitos contra la vida silvestre y los bosques en las Américas”, los expertos reconocieron que los grupos delictivos diversifican su portafolio de operaciones, toda vez que resulta un incentivo que en varios países los marcos normativos no criminalizan este delito. En la inauguración participó en representación del gobernador de la entidad, el secretario de Ecología y Medio Ambiente del estado de Quintana Roo, Carlos Rafael Antonio Muñoz Berzunza; y el subprocurador Jurídico de la Profepa, Gemi José González López. Además, el oficial de Información Forense del Banco Mundial, Simon Robertson; y la secretaria Técnica de la Secretaría General Permanente de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos, Laura Monge Cantero, entre otros.