Morelia, Michoacán.- El 5 de mayo hace 155 años, el panorama de las relaciones entre México- Francia y México-Estados Unidos era muy diferente, incluso podría decirse que era opuesto. Para 1862 cuando fue la Batalla de Puebla, en el territorio mexicano se respiraba la hostilidad hacia Francia, quienes buscaban tener el control del país, esto por mandato del emperador francés Napoleón III. Mientras que con el vecino país de Estados Unidos, la relación era buena y parte de la población mexicana que vivía ahí impulsó que el festejo mexicano se viviera también en dicho país, tradición que se había preservado a través de los años. Varias campañas publicitarias de cerveceras en los 90, solidificaron esta fecha como el día de la cultura mexicana-americana. Estados Unidos se unió en aquel momento a la celebración de vencer al que en ese momento era el mejor ejército del mundo, y además destacaba que México, con menos soldados, había logrado la victoria, al mando del general Ignacio Zaragoza. Fue en una capilla en la cima del cerro de Loreto donde se concretó la victoria cuyos festejos se solidificaron con el tiempo en Los Angeles con el festival Fiesta Broadway; én Nueva York con un desfile; mientras que decenas de negocios de Chicago y San Antonio ofrecen bebidas y platillos especiales de origen mexicano; y en San Francisco y Denver organizan exposiciones, eventos y puestos en los parques de Dolores y Central Civic respectivamente. Ahora, de manera inusual, el presidente de Estados Unidos ha rotó con la tradición de celebrar el 5 de mayo, a diferencia de sus antecesores que pronunciaban un discurso en memoria de la victoria mexicana. En esta ocasión la situación hostil es más bien con Estados Unidos y no con Francia; ahora es la figura de Trump la que representa amenaza para los mexicanos y no la del mandatario francés. Las relaciones bilaterales con Francia han sido mejores, o al menos diplomáticamente más respetuosas. Solidaridad entre Francia y México se ha mostrado en momentos como el reciente accidente en la autopista Siglo XXI, en el que murieron decenas de mexicanos; mientras que los mexicanos han externado su apoyo a los franceses ante tragedias como la del atentado terrorista en París, que cimbró al mundo. El Ejército Francés tampoco es ya el más poderoso y en términos bélicos el de Estados Unidos es uno de los más fuertes en el mundo. Las cosas han cambiado y ahora México no tiene enemistad con Francia, y tampoco mantiene la figura del “hermano menor” de Estados Unidos. Un giro de 360 grados ha dado México, pero la unidad del pueblo ante cualquier amenaza externa sigue tan presente como hace 155 años.