Vecinos de zonas residenciales en Los Cabos, Baja California Sur, conforman ya brigadas de seguridad ante la presunta llegada de personas armadas que buscan invadir sus casas para robarlas. Jessica, de 32 años y residente en esa ciudad, afirma que los víveres escasean. Gasolina ya hay, aunque las filas son larguísimas, mientras que se les ha dicho que restablecer la electricidad llevará por lo menos tres semanas. Jessica, quien tiene un niño de tres años y un bebé de seis meses, ha tenido que salir a buscar leche para dar a sus pequeños. Con dificultad ha conseguido seis latas de leche en polvo. Refugiada en uno de los hoteles de Los Cabos, al regresar a su casa confirmó daños, aunque no en la dimensión de otras viviendas. Mientras, sus vecinos comienzan a formar grupos para vigilar la zona pues se han dado agresiones con armas, pistolas, machetes e incluso piedras, para despojar a la gente de sus pertenencias. En el aeropuerto de Mazatlán, Sinaloa, se han dado testimonios que confirman el clima de inseguridad que priva en Los Cabos. Recién llegados en el puente aéreo presentan lesiones tras ser asaltados y confirman la creación de grupos de vigilantes para defender sus propiedades y bienes.