El Congreso de la Unión será vigilante de la construcción de la terminal aérea capitalina y seguirá el destino de la actual, para que los recursos se apliquen con eficiencia y transparencia, señaló el legislador Jesús Zambrano Grijalva. El presidente de la Mesa Directiva de Cámara de Diputados explicó que dicha supervisión se realizará mediante la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), a fin de asegurar una “verdadera rendición de cuentas”. Recordó que se ha planteado integrar una comisión especial de la Cámara de Diputados para seguir esos asuntos con el objetivo de que “se ponga en el centro el interés de la sociedad, no vaya a ser negocio para unos cuantos y no se abuse de la gente”. También para que se respeten los derechos de los trabajadores y se dé prioridad a las empresas que viven de la actividad del aeropuerto, es decir que haya sustentabilidad social. Desde su punto de vista la falta de planeación con visión de largo plazo es uno de los grandes problemas en México, por lo que hizo votos para que el nuevo aeropuerto se conciba con esa perspectiva. El diputado del Partido de la Revolución Democrática (PRD) destacó el reto que significan la necesidad y la viabilidad de construir un aeropuerto y el destino de las 746 hectáreas de la actual terminal aérea. Consideró que una consulta ciudadana informada es la clave para que decida la población, una vez que evalúen los impactos positivos y el uso que se dará a la actual terminal aérea. De igual forma, dijo, las decisiones deberán definirse de manera conjunta entre los gobiernos federal y del Distrito Federal, con la participación de expertos y de la sociedad. Jesús Zambrano comentó que los grupos legislativos en San Lázaro analizan asignar recursos en distintos rubros, para dar continuidad a los trabajos de la nueva terminal aérea de la ciudad de México. Previó un fuerte debate sobre él, pues hay quienes tajantemente se oponen a su construcción y se pronuncian por mantener vigente el actual puerto aéreo por tiempo indefinido. Comentó que los recursos que se canalizarán una vez que se decida qué se hará en los terrenos de la actual terminal, provendrán, entre otros, del Fondo de Capitalidad para la ciudad. El legislador perredista aseveró que esa nueva obra constituye una gran oportunidad para reordenar la vida general de la ciudad de México, por el impacto que tendrá en las zonas oriente y nororiente de la capital del país. “Permitirá desarrollar a la metrópoli con más equidad, aprovechar el potencial del actual aeropuerto y verlo no sólo en términos ecológicos pues no se trata sólo de áreas verdes, sino también de cultura, deporte, esparcimiento, viabilidad e interconexión”, estimó.