Redacción / La Voz de Michoacán Estado de México. Andrés “N”, presunto multifeminicida de Atizapán, pudo haber sido detenido por mera casualidad. Testigos aseguraron que no fueron trabajos de inteligencia de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) del Estado de México quienes lograron su pesquisa, sino que fue el esposo de su última víctima, Reyna González Amador, quien lo descubrió y logró su aprehensión. "Este cabrón (Andrés) abrió, y cuando él abrió, él (el esposo) se metió. Dijo: 'pues ahí te va, carnal, por qué se esconde, qué tranza y pum, va para adentro'. Entonces, pues al ver el desastre lo sometió", relató el testigo. Todo comenzó el viernes 14 de mayo cuando Reyna visitó el domicilio de Andrés “N”, con quien sostenía una amistad. Esa noche, al notar su ausencia, su esposo acudió al domicilio ubicado en Tlalnepantla a buscarla, pero el sujeto se negó a abrir la puerta. Sin embargo, 24 horas después y al no tener noticias de Reyna, decidió regresar. Esta vez el presunto feminicida fue quien abrió la puerta. Los hombres forcejearon hasta que el esposo de Reyna logró ingresar al domicilio, en donde encontró, sobre una mesa, los restos cercenados de su esposa. Sin saberlo, descubrió también al feminicida de al menos 19 mujeres más. "Andrés fue carnicero, él trabajo en el rastro de Tlane. ¿Por qué crees que hizo lo que hizo?". Andrés “N”, de 72 años, fue arrestado por la fiscalía del Estado de México, luego del presunto feminicidio Reyna González, y quien se piensa pudo haber matado durante más de 20 años. Para ganarse la vida, Reyna administraba un local de accesorios para celulares en la colonia Lomas de San Miguel, en Atizapán de Zaragoza, lo que le permitía obtener ingresos para mantener a sus dos pequeñas hijas. Flor Nínive desapareció en 2016; vivía con sus dos hijas en Tlalnepantla Otra víctima pudo haber sido Flor Nínive Vizcaíno Mejía, de 38 años, desaparecida desde octubre de 2016. Este fin de semana, su credencial de elector fue encontrada entre ropa, zapatos, maquillaje y osamenta de al menos cuatro mujeres en la casa de Andrés. Su familia recibió la noticia a través de los medios de comunicación. “Pensamos en muchísimas cosas. ¿Cómo ella estaría sufriendo? ¿Cómo estaría ella clamando y pidiendo auxilio? Y nadie la pudo ayudar”, dijo su tía Amparo Mejía. Flor Ninive vivía con sus dos hijas adolescentes. El día que desapareció salió de su domicilio, ubicado en el fraccionamiento Tejavanes, en Tlalnepantla. Lo único que les dijo a sus dos pequeñas, de 15 y 16 años, es que iría a desayunar, pero nunca volvió. "Sus hijas ahorita están destrozadas y ya nos hablaron que ellas desde el momento que se perdió su mamá ya no estudiaron; ya no quieren ir a la escuela porque tienen miedo que les vayan a secuestrar". Flor Nínive trabajaba como hostess en diversos restaurantes de la zona de Tlalnepantla, por eso a la familia no sabe en dónde pudo tener contacto con Andrés 'N', su probable feminicida. Silvia Mejía, otra de las tías de Flor Ninive, aseguró que durante los casi cinco años de búsqueda nunca tuvo una pista de su paradero y nunca había visto a quien probablemente le quitó la vida. "Si me lo ponen enfrente la verdad lo desconozco y ni idea quién sea". En el perfil de Facebook de Flor Nínive se encuentra en el último mensaje que escribió, justo el día que desapareció por la mañana, en donde agradece a Dios por su familia y sus amigos, se sentía bendecida y no pedía nada. Un día antes escribió, en otro mensaje dirigido a sus hijas, sin imaginarse que sería lo último que les diría: "Hijas, cuídense, las espero el domingo, dormiré solita, las extraño amores". Para la identificación de los restos de Flor Nínive, la familia se tendrá que someter a exámenes de ADN, cuyos resultados podrían esperar por meses. Mientras tanto piden mano dura contra el presunto feminicida, pues temen que por su edad pueda salir en libertad. “Ayúdennos por favor, autoridades, a que este hombre no vaya a salir porque va a seguir matando a más mujeres”.