Lázaro Cárdenas, Mich.- Arroyos y ríos que desembocan al mar a lo largo de la costa de la entidad, alcanzaron elevados niveles de agua en pocas horas de lluvia, pero no interrumpieron la comunicación por la carretera 200 –costera- que une a Michoacán y Colima; sin embargo, el Río Acalpican amenaza esta noche de viernes con desbordarse e inundar la población de El Habillal y Cerrito de Álvarez. Abelardo Bracamontes Maldonado, Coordinador de Protección Civil municipal, dijo esta noche -21:30 horas- que el río Acalpican que desemboca al mar a un costado de Playa Azul, había alcanzado niveles de alto riesgo y amenazaba con desbordarse sobre los recién construidos muros de arena e ingresar con una cantidad de agua suficiente para inundar El Habillal, poblado ubicado cerca del afluente. Al explicar que la crecida de éste ya “había rebasado todos los parámetros de la CNA, ejército, marina y la propia unidad de protección civil, realizarían esta misma noche recorrido en esa población y la de “Cerrito de Álvarez”, que de manera recurrente son afectados por fenómenos como éste. Por otra parte, algunos tramos carreteros de la costa, particularmente en la población de El Bejuco, se registró un pequeño alud de piedras que afectó solo un carril de circulación, en tanto que ríos como Popoyuta, Chucutitán, Mexcalhuacan, Chuiquiapan y Rangel, que habían permanecido secos durante todo el año -a excepción de Rangel- tuvieron una excepcional crecida por los 300 milímetros de agua acumulada en las pasadas 24 horas de lluvia. En Chucutitán, campesinos lamentaron pérdidas de cultivos de mango y algunas cabezas de ganado, por la creciente del río. Los cultivos se encontraban en el lecho del rio que había permanecido seco. En Arteaga, las fuertes lluvias que se abatieron sobre la zona serrana de la región, desbordó dos de los arroyos, el Carrizal, que cruza cerca de la cabecera municipal, sin que se reportaran daños mayores. En Caleta de Campos, y El Habillal, se reportaron algunos deslaves por escurrimientos en calles de la población.