Carlos Casillas/La Voz de Michoacán Lázaro Cárdenas, Michoacán. En tanto que en la zona de la costa sólo se ha recibido información de unas 30 escuelas sobre las condiciones físicas en que operan, en las próximas horas se tomará una determinación sobre la suerte que correrá la primaria Melchor Ocampo de la cabecera municipal, primera institución educativa en este municipio. De acuerdo con Leticia Bruno Espino, directora de servicios regionales de la secretaría de Educación en la entidad, reiteró que solo tres escuelas san sido puesta en “círculo rojo” y el resto de los planteles ameritan algún tipo de reparación, no necesariamente por los daños que pudieron haber ocurrido por los pasado temblores, sino por la falta de mantenimiento regular. Lamentó que la información de los directos fluya de manera lenta; no sé qué es lo que están haciendo, dijo. Explicó que en el caso de la escuela José Vasconcelos, de Guacamayas, que ya no operará en las condiciones en que venía haciéndolo, los alumnos han sido reubicados en las estaciones del Imced y de centro comunitario de la colonia Anibal Ponce de aquella demarcación. LA escuela, dijo Heberto Camacho, deberá ser demolida. Respecto a la escuela Melchor Ocampo, institución que comenzó a funcionar en 1945 y que es la primera escuela creada en la aún tenencia Melchor Ocampo, antes que se constituyera en 1947 este municipio, dijo que, si bien el dictamen realizado señala que la infraestructura no tiene las condiciones para funcionar, en ninguna parte señala la necesidad de que sea derruida en su totalidad. La unidad municipal de protección civil, aseguró a través de su coordinador operativo Heberto Camacho Arguello, que el plantel que alberga 18 grupos de estudiantes y se ubica en la calle Guillermo Prieto, en el centro de la ciudad, ya había sido dictaminada en iguales condiciones desde el año 2013, y se había recomendado que no se usara más y que fuera reforzada su estructura, lo que no se hizo. Y se habían hecho señalamientos de que las columnas que están débiles, deberían irse reforzando una por una pero no se hizo y ahora es la consecuencia. Igual, el plantel sufrió severos daños tras el sismo de 1985, cuando se cayó su escalera que fue reconstruida y se inició su ampliación a dos plantas. La funcionaria estatal convino que algunos de los dalos que reportan daños, como es el caso de ésta, no están ligados necesariamente a los efectos de pasados sismos, sino a la falta de mantenimiento regular a las mismas. Para más información checa nuestra edición impresa del 27 de septiembre.