José Luis Ceja Guerra/La Voz de Michoacán Jiquilpan, Michoacán. Pese a las intensas campañas de sensibilización no ha logrado generarse una cultura de respeto e inclusión para con las personas de la tercera edad o con capacidades diferentes. De acuerdo con integrantes de la organización Jiquilpan Diferente, el problema consiste tanto en la falta de una cultura de respeto como la falta de voluntad de los elementos del departamento de control vehicular para aplicar los reglamentos existentes en la materia ya que, de acuerdo con José Escoto Silva, representante de este grupo, el espacio existente justo frente a la alcaldía es el que es ocupado recurrentemente por personas que no los requieren; esto aun cuando, en teoría, es el área de mayor vigilancia por parte de los elementos de control vehicular. Ante ello, recordó que a través de diversos medios se había emprendido una campaña de concientización ciudadana y de las autoridades locales en la idea de que el respeto a estos espacios se diera como un acto de conciencia y no por temor a acciones punitivas sin embargo, dijo, hasta el momento no se han dado los resultados obtenidos ya que lugares como estacionamientos exclusivos y rampas de acceso a las aceras y plazas se ven constantemente obstaculizadas. Destacó que, incluso se han hecho solicitudes a las autoridades en turno en la idea de que instruyan a los subalternos a hacer respetar en el marco de la ley el uso de estos espacios y se emitan sanciones a los automovilistas y comerciantes ambulantes que obstruyan estos lugares: “No son solamente los automovilistas, ya los comerciantes ambulantes están usando las rampas de acceso al centro para instalar su carrito de frutas y eso nos impide circular libremente”. Aunado a lo anterior acusó la prácticamente inexistente infraestructura vial y urbana que permita a las personas con capacidades diferentes el tener una plena movilidad sin tener que depender de la asistencia de alguien más, a lo que se suma el hecho de que incluso la obsolescencia en la que se encuentra el sistema de transporte colectivo en esta región hace prácticamente inviable el uso de camiones o combis como medio de traslado de personas con capacidades diferentes quienes deben hacerlo mediante carros eléctricos que, por normatividad, no pueden usar el arroyo vial. Ante estas limitantes de movilidad, Escoto Silva destacó la necesidad de la creación de una dependencia local que permita que sean atendidas de manera integral las necesidades de diversos sectores sociales y grupos vulnerables de este municipio. Esta atención, dijo, deberá darse a través de la inclusión en los esquemas de planeación de las obras de carácter público y procurar así que estos proyectos cuenten con las adecuaciones necesarias para garantizar la movilidad de las personas que se integran en este sector poblacional y alejarse de los tradicionales esquemas de apoyo asistencial como la entrega de despensas o recursos económicos: “Somos también un sector productivo y podemos hacer aportaciones al quehacer municipal pero, tradicionalmente, la gente nos ve como si lo único que pudiéramos hacer es pedir limosna y no se da cuenta que podemos desarrollar perfectamente cualquier profesión o tarea; pero para eso necesitamos ‘piso parejo’ para no ser considerados como una carga para la sociedad”.