Nurio, Mich.- Acompañados por la Banda Infantil y Juvenil del Estado de Oaxaca (BIJEO), el Coro y la Orquesta Comunitaria de Nurio festejaron su primer aniversario con un recital en la Plaza Principal de Nurio, Michoacán. El programa incluyó una pirekua (canto tradicional), pequeños sones y sones abajeños, además, como interpretación especial, tocaron la “Canción mixteca”, en purépecha, y el son abajeño “Siempre te recordaré”. El Consejo para la Cultura y las Artes (Conaculta) informó que las razones festejar son diversas, ya que el Coro y la Orquesta, pioneras en todo el estado y nacidas en una comunidad indígena, han cambiado la vida de los habitantes de Nurio a través de la música. Estas agrupaciones han modificado las actividades y expectativas de las nuevas generaciones, además de promover y difundir las tradiciones, en una comunidad donde los jóvenes se enfrentan a situaciones adversas como el fenómeno de la migración y el matrimonio prematuro. El director del proyecto, Nabucodonosor Romero, destacó que el Coro ha reactivado la lengua purépecha en las letras de las canciones que interpretan y que, afortunadamente, los alumnos la han recibido con gusto y emoción. “La música es para mí algo sagrado, quisiera transmitirles a los niños y jóvenes de mi pueblo que la música transforma, lo cambia a uno. Preservar la tradición es algo que nuestros antepasados nos han encargado mucho, conservar nuestra música y cultura, porque eso es lo que nos identifica”, señaló. En cuando al método de enseñanza del Coro y la Orquesta Comunitaria de Nurio, el titular indicó que parte de una metodología basada en la música purépecha, con la finalidad de seguir sus ritmos y compases. “Hace un año empezamos con clases de desarrollo musical. Al mes los alumnos comenzaron a hacer ritmo y conocerlo, cosa que algunos no lo sabían, aunque otros ya habían participado en danzas del pueblo”, explicó. A su vez, Ricardo Rodríguez, coordinador general del Sistema “Jimbani Erandepakua” (Nuevo Amanecer), comentó que la Orquesta se enfrenta a un proceso de consolidación entre sus pobladores y el estado. Además, señaló desde hace un mes se han incorporado diversos instrumentos de cuerda, entre violines, viola y chelos, a esta proyecto que cuenta con un director y cuatro asistentes, los cuales atienden cerca de 150 niños, niñas y jóvenes, de entre cinco y 17 años. “La incorporación de las cuerdas toca un punto de la memoria. Aquí la tradición musical empezó con cuerdas a finales del siglo XIX y principios del XX, pero se perdió al ser instrumentos delicados y difíciles de aprender, así que los niños están reviviendo esa práctica que hubo en la región”, agregó.