Eduardo Ruiz Muñoz / La Voz de Michoacán. Ecuandureo, Mich.- La cabecera municipal de Ecuandureo está en espera de miles de paisanos que arribarán en los próximos días procedentes de los Estados Unidos. Vienen en plan de fiesta, con la alegría de reencontrarse con sus seres queridos, con la mujer amada, con la novia que espera. Mientras tanto, algunas de las calles del centro han sido remodeladas. La plaza principal estará luciendo con elegantes atuendos navideños y las mujeres sacarán sus mejores ropas para pasear por los portales. La fiesta en honor de la Virgen de Guadalupe se celebra precisamente en enero y no en diciembre. Esto para esperar a la gran mayoría de los paisanos que no alcanzan antes de que inicie el invierno. Son grandes bailes con grupos musicales costeados por los grupos de migrantes, empresarios y las autoridades municipales los que atraen a esta tierra a cientos de familias de las comunidades rurales y municipios vecinos. Durante el fin de año, todo se convierte en festejo. La alegría de las mujeres que calientan tortillas hechas a mano para acompañar la birria de cabrito; los calientes consomés de barbacoa para animar los cuerpos, el tequila para quitar el frio. Las gorditas de maíz, para las tardes nubladas. Así, el pueblo se irá llenando de gente durante las próximas semanas. Los ecuandurenses, les dan la bienvenida a sus vecinos. No hay grandes demostraciones de artesanías, no hay ferias gastronómicas. El principal atractivo es el calor humano y muy, pero muy bellas mujeres.
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