Rogelio Arellano / La Voz de Michoacán Uruapan, Mich. Por el perfil asistencial del actual gobierno federal, las Misiones Culturales difícilmente desaparecerán, pues se centran en atender a comunidades con pobreza y marginación para involucrar a sus habitantes en la capacitación para el autoempleo o bien para incursionar en las cadenas productivas como mano de obra calificada, además de fomentar el arraigo en sus lugares de origen a través de participar en el mejoramiento de sus entornos. En este sentido se expresó el profesor de música Guillermo Hernández Melchor, durante su participación en una exposición de trabajos manuales y evidencias de logros académicos, evento desarrollado en el marco de los festejos por el 96 aniversario de las Misiones Culturales, subsistema educativo que opera a través de la Dirección de Educación Extraescolar de la Secretaría de Educación Pública (SEP). En las áreas rurales y suburbanas, e incluso en las urbanas, la existencia de grupos vulnerables requiere de atención específica en diversos rubros y el esquema educativo de estas misiones está diseñado para cubrir esas necesidades a través de talleres y otras dinámicas similares para la superación personal y colectiva, actividades que se realizan o corren a la par del ciclo escolar, refirió el entrevistado. La exposición de manualidades se desarrolló en la Pérgola Municipal, en el centro de esta ciudad, actividad mediante la cual también se divulgó hacia la población abierta la razón de ser de este subsistema. Participaron profesores de las seis misiones que operan en esta zona del estado, concretamente de los municipios de Uruapan, Paracho, Ziracuaretiro, Nuevo San Juan, Santa Clara del Cobre y Pátzcuaro. El esquema de trabajo, detalló, se centra en atender una comunidad determinada a petición de los propios habitantes y durante ciclos de tres años se imparten los talleres de capacitación que se acompañan con un programa de alfabetización o bien atención de aquellas personas que no han culminado su educación básica, a quienes se les hace entrega de sus respectivos certificados, en tanto al resto de personas que asisten a los talleres se les dota de una constancia. Son documentos oficiales avalados por la propia SEP y existen muchas historias de éxito en cuanto a personas que han continuado sus estudios hasta culminar una carrera de nivel superior, o bien la creación de microempresas para el fomento del autoempleo, logros que incluyen además la organización de las propias comunidades para acompañarlos en la gestión de obras y su participación en las mismas con mano de obra calificada. En el ámbito cultural, dijo, también se fomenta la creación de grupos de danza y música para que durante las celebraciones más importantes en cada comunidad enriquezcan los programas de actividades. Al final de cada periodo de tres años de atención se logra cambiar el rostro de esas comunidades a través de este discreto programa de las Misiones Culturales. En la actualidad, puntualizó, atienden a las comunidades de Quinceo, San Lorenzo, San Ángel Zurumucapio, San Juan Nuevo, Santa Clara del Cobre y Ajuno. En promedio son de 8 a 12 profesores por cada misión con salarios de los 8 a los 10 mil pesos y grupos de 200 a 250 personas a través de talleres de corte y confección, repostería, manualidades, medicina alternativa, danza, música, carpintería, agricultura, albañilería, computación y cultora de belleza. Refirió que actualmente el gobierno federal está en proceso de consolidarse y la SEP no escapa a esa dinámica, sin embargo, es un hecho que las Misiones Culturales se mantendrán posiblemente con algunos cambios, pero no de fondo sino en materia administrativa, sobre todo aumentar el número de capacitadores, finalizó.