Redacción web / La Voz de Michoacán. Uruapan.-Durante el acto conmemorativo de los Mártires de Uruapan, Juan Antonio Magaña de la Mora, como orador oficial, recordó a aquellos hombres que hace 148 años dieron su vida para defender los ideales mexicanos y llamó a los mexicanos a hacer propio el compromiso y responsabilidad del país que heredamos, libre, con capacidad de autodeterminación, y soberano. “Cada generación tiene ante sí la ineludible obligación de materializar el ideario que sustenta el espíritu de la Nación, el conjunto de ideas, de valores y principios a la luz de los cuales se construyó la Patria y por cuya virtud e influjo seguimos unidos, cohesionados, con la firme intención de continuar así en el futuro”, comentó. Durante el evento, Magaña de la Mora exhortó a los presentes para que, “a semejanza de los Mártires de Uruapan, aportemos a la Nación lo mejor que tenemos: inteligencia, creatividad, dedicación, el máximo de los esfuerzos que es lo que la Patria reclama”. “Se precisa la inmolación de egoísmos e intereses personales en pro de los más altos anhelos sociales de Mesntereses personales en pro de losdel m de los ideales y dce los princxipios republicanos.heredamos un parcunstanciaséxico. La heroicidad consiste, en este contexto en el que vivimos, en saber privilegiar los intereses mayoritarios aún a costa de legítimos anhelos personales o de grupo”. Con la presencia de autoridades de los tres órdenes de gobierno y municipales, señaló: “El ejemplo de los Mártires de Uruapan nos motiva a ver más ally mexicanos estamos convocados a menor intensidad.d ara defenbder los ideales nacionales, actitud operante, clara en los objetá de cuestiones meramente temporales o contextuales, y establecer un firme compromiso con las generaciones futuras, pues de nuestro actuar presente depende, en buena medida, el bienestar de nuestras hijas e hijos”. El magistrado presidente señaló que “Es tiempo de pasar de la contemplación a la acción. México nos exige dejar toda actitud pasiva y adoptar, en cambio, una conciencia decidida, una actitud operante, clara en los objetivos a realizar y, sobre todo, una generosidad que no conozca más límites que nuestra propia capacidad de imaginar la Patria que queremos”. “Si hace 148 años fue preciso que estos hombres dieran generosamente su vida para defender los ideales nacionales, en este siglo, lleno de paradojas y de contrastes, se requiere una respuesta de no menor intensidad. Mexicanas y mexicanos estamos convocados, sin duda alguna, a cimentar y consolidar la herencia recibida”. Posteriormente, señaló que: “De ahí, entonces, que debamos ser ciertos, en un tiempo de incertidumbres, respecto de las razones que motivan nuestra esencia, nuestra mexicanidad. Hemos de ser fieles y verdaderos, en un tiempo que dificulta la fidelidad y empaña la verdad, a los principios torales que configuran a nuestra Patria”. “Hemos de saber mantener la esperanza, en un tiempo que privilegia el presente de manera inconsciente, puesto que de ello pende nuestro futuro como Nación”.