AP/La Voz de Michoacán Nueva York. El gobierno de Donald Trump dice que trata de acelerar el procesamiento judicial de 13.000 inmigrantes menores que mantiene bajo custodia federal al hacerlos comparecer por video desde su lugar de detención en lugar de hacerlo personalmente ante el juez, pudo saber The Associated Press. El problema, según algunos abogados y jueces, es que el sistema está plagado de problemas técnicos tales como fallas de audio, malas conexiones e imágenes pixeladas, lo que dificulta brindarles a los adolescentes una audiencia justa. Para los jueces puede ser difícil evaluar la credibilidad de los menores sin un contacto directo. Y además escamotea los procesos, que legalmente deben ser públicos. Por su parte, la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR), que tiene a su cargo a los adolescentes, dice que su programa piloto ahorrará dinero y permitirá que los jóvenes, cuyo alojamiento en algunos casos cuesta más de 775 dólares por noche, comparezcan más rápidamente ante un juez. El programa para los adolescentes, realizado conjuntamente con la Oficina Ejecutiva de Revisión Inmigratoria del Departamento de Justicia, comenzó hace algunas semanas. La teleconferencia por video ya se usa ampliamente para una serie de procesos legales con adultos. Hasta el momento han comparecido unos 30 jóvenes vía videoconferencia ante jueces en Phoenix, Arizona, y Harlingen, Texas, según la vocera de la ORR, Lydia Holt. Se han realizado audiencias similares en cortes de inmigración en Miami y Nueva York, dijo Kathryn Mattingly, de la oficina ejecutiva. Se prevén otras en Los Ángeles, Filadelfia, El Paso, Seattle, Tucson y San Francisco, pudo saber la AP. Las imágenes de los niños en las cortes a mediados de año resultaron bochornosas para el gobierno. Los detractores destacaron el hecho de que el sistema inmigratorio obliga a niños _algunos de ellos en pañales_ a comparecer ante los jueces. Según Holt, el gobierno ha recomendado que otros 75 menores no acompañados comparezcan por video. Son en su mayoría migrantes de entre 15 y 17 años que están presos desde hace más tiempo y quieren que sus casos se resuelvan rápidamente. En la medida de lo posible, la ORR no quiere que los niños permanezcan más de lo necesario en nuestras instalaciones mientras esperan que sus casos lleguen a audiencia”, aseguró. Los refugios de la ORR están repletos, principalmente de niños que llegaron sin sus padres y tienen familiares o amigos en Estados Unidos dispuestos a acogerlos. Pero pueden pasar meses detenidos mientras el gobierno decide si los deporta o los entrega a sus padres u otros patrocinadores, que ahora enfrentan normas más estrictas para su aprobación en Estados Unidos. Casi el 60% de los niños migrantes que tuvieron su primera audiencia en el año fiscal en 2017 aún no tenían abogados en agosto pasado, según la base de datos Transactional Records Access Clearinghouse.