La Piedad, Michoacán.- En la más lastimosa de las pobrezas vivió un hombre los últimos tres años de su vida hasta fallecer el sábado pasado a consecuencia del deplorable estado de salud en que se encontraba por la falta de alimento. Esto a pesar de que desde hace varios años los tres niveles de Gobierno “trabajan” para combatir el hambre y la miseria entre los sectores más vulnerables. El hombre, que algún día se llamó Ramón Cázares Hernández, expiró con la ilusión de algún día viajar a la Ciudad de México con la intención de sacar un acta de nacimiento y así poder recuperar su identidad. “Él no existía prácticamente para nadie, lo decía él mismo que no era nadie, porque no tenía identificación, CURP ni credencial de votar. Por eso quería ir a México”, relata José Guadalupe Torres, un hombre que trabaja como albañil en el Tec de La Piedad y que tiene su vivienda a pocos metros de donde habitaba el fallecido. Y es que, Ramón carecía de todo aquello a lo que un ser humano puede aspirar, incluso de dignidad. Esa probablemente la perdió durante los más de 15 años que estuvo en prisión. En alguna ocasión le llegó a comentar a sus vecinos que pasó gran parte de su juventud en la cárcel y por eso no tenía mujer, no tenía amigos, no tenía familia o si la tuvo nadie sabe dónde está. Para más información consulta la edición impresa de La Voz de Michoacán del 8 de marzo de 2016.