La presa de gavión en la barranca de la guerra permite que la rodilla del diablo esté limpia

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Luis Eduardo Ochoa / Corresponsal La Voz de Michoacán
Uruapan, Mich.- La presa de gavión que se construye en la “Barranca de la Guerra”, en la de -sembocadura hacia el manantial “Rodilla del Diablo” en el Parque Nacional “Barranca del Cupatitzio”, ha logrado retener gran cantidad de basura y azolve durante los recientes días en que ha llovido abundantemente.

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La zona donde se construye dicha represa, es donde confluye la “Barranca de la Guerra” y el callejón del Maguey, en la colonia La Quinta, a donde llega la corriente del agua en temporada de lluvias, procedente de San Lorenzo y la Meseta Purépecha. A su paso, arrastra basura de todo tipo, ramas y arena, que regularmente terminaba en el manantial donde inicia el río Cupatitzio, dentro del Parque Nacional y de donde a su vez era sustraído por los trabajadores de dicho centro turístico. Su contaminación cada vez más crecía, pero ahora disminuye y es un trabajo muy importante, debido a que ya no afecta a gran escala esta zona natural.

Ahora, con la construcción de esta presa de gavión, la basura y la tierra es retenida en esa zona; durante las lluvias, se llega a formar un estanque que lentamente se va filtrando al suelo quedando el azolve.

Con esta acción se evita que la tierra y la basura llegue al manantial donde generaba grave contaminación, principalmente por la basura doméstica y los animales muertos que eran arrastrado a lo largo de la barranca que aún es utilizada como depósito de basura.

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Aunado a la imagen y limpieza que merece este parque que se ubica en la zona urbana, es necesario preservar el entorno ecológico y fomentar la convivencia social, en donde se rescaten los espacios propicios para que las familias se reúnan y disfruten de la belleza natural con que cuenta Uruapan. Esto se debe a la construcción del Parque Lineal, el cual es un tramo que se trabaja, a partir del parque nacional hasta el paraje conocido como La Camelina, en cuyo tramo se edifican dos andadores de piedra labrada, con una longitud global de 540 metros lineales. Un pasillo se instala junto al caudal del río y el otro, se instala varios metros arriba lo cual permitirá a los paseantes tener una visión panorámica del paisaje.

Este proceso se edifica sin afectar el entorno ecológico y con altos estándares de calidad, por ese motivo, el avance de los trabajos no es tan ágil como en otras obras, aunque es constante.