La Red Manglar México demanda no construir la regasificadora en la Costa

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Carlos Casillas / Corresponsal La Voz de Michoacán.
Lázaro Cárdenas, Mich.-  La Red Manglar México y el Centro de Investigación Ambiental Las Truchas, demandaron al Gobierno federal que cancelen  los proyectos de construir aquí una empresa regasificadora y otras que se anunciaron en mayo pasado, porque adelanta el aniquilamiento de la actividad pesquera de la que subsisten unas mil familias en este municipio.

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Tal aseveración fue hecha al argumentar que el deterioro del sistema de mangles en la Costa ha alcanzado límites riesgosos al haberse perdido más del 60 por ciento de esas especies en lagunas, esteros y la misma desembocadura del río donde se yerguen ahora empresas industriales y portuarias.

La Red de Manglares México, de acuerdo con Luis Antonio Valdovinos Jacobo, director del Centro de Investigación Ambiental ‘Las Truchas’, considera que la cuenca del río Balsas es la más importante de la vertiente del Pacífico Mexicano ya que  abarca ocho estados del país y conforma en su desembocadura un delta de características únicas y donde se forman numerosos esteros y lagunas rodeados de manglares entre los que sobresalen el Tigre, El Pichi, Mata de Carrizo, Santa Ana, Burras, Gasolino, Boca Vieja y Petacalco.

La Red Manglar afirma que  este delta  es rico y diverso biológica, íntimamente vinculada con su capacidad para permitir la presencia de una variedad de organismos marinos, estuarinos y dulceacuícolas, que lo utilizan como área de reproducción, alimentación, crecimiento y refugio, además de servir de hábitat, permanente o temporal para una notable diversidad de especies de la fauna silvestre, acuática y terrestre.

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Sobre el delta se encuentra asentada la ciudad y el complejo portuario industrial de Lázaro Cárdenas, cuyo establecimiento y crecimiento han provocado una serie de cambios negativos en el entorno, entre ellos la devastación de extensas zonas de manglar y la desaparición de prácticamente todos los esteros de la desembocadura del río Balsas.
En los últimos seis años, agrega,  el deterioro de los esteros y manglares que aún persisten en el municipio,  ha continuado a pesar del decreto de sitio Ramsar y de Zona de Protección Ambiental estatal de la laguna costera El Caimán que integra los esteros Santa Ana, Pichi y Mata de Carrizo. Incluso la zona de amortiguamiento prevista para área natural protegida forma parte del Programa Parcial de De­sarrollo de la Zona Urbana Costera Playa Jardín-Playa Azul decretado en 2011 y que está acelerando este proceso de degradación.

En consecuencia los principales problemas que aquejan a los manglares de Lázaro Cárdenas son los constantes aterramientos que están provocando la pérdida de la cobertura de manglar y la migración de especies como los cocodrilos a zonas urbanas, basureros al aire libre o tiraderos de basura, la cacería de fauna silvestre y tala ilegal de manglar, entrada constante de aguas negras por el orden de más de 8 millones de litros de aguas negras diarias, asentamientos irregulares y la presencia de plagas; por lo que a la fecha se tiene una estimación de que el municipio de Lázaro Cárdenas ha perdido poco más del 60 por ciento de sus manglares originales afectando principalmente la actividad pesquera y la desaparición de especies.

Por si esto no fuera suficiente en mayo del presente año se anunció en diversos periódicos locales y estatales el proyecto de instalación de una planta regasificadora y una nueva central termoeléctrica en la zona industrial. Además de obras de ampliación para la terminal de contenedores que han implicado ya la destrucción de un número indeterminado de hectáreas de manglar. Los daños son incuantificables hasta ahora debido a que el acceso al área está restringido, por lo cual es previsible que la Administración Portuaria (API) esté actuando en total impunidad.

Para Red Manglar México es altamente preocupante el de­sarrollo de estos emprendimientos no sólo porque agravarán el deterioro ambiental del delta del río Balsas, ponen en grave riesgo la seguridad de la población (es el caso de la regasificadora), e implicarían principalmente el aniquilamiento de la actividad pesquera. La población que depende de esta actividad económica suma más de 1,000 personas entre pescadores libres y organizados en diferentes sociedades cooperativas.