Pueblo Viejo, Michoacán. Sólo tres segundos bastaron para que Brian sufriera quemaduras de segundo grado en ambos pies al hundirse en la incandescente tierra de una cancha de fútbol de la comunidad de Pueblo Viejo, municipio de Venustiano Carranza. El accidente hizo que el pequeño de 10 años de edad fuera la primera víctima registrada luego de que apareciera una nueva falla geotérmica que colapsó la tierra de ese poblado ubicado a 245 kilómetros de la ciudad de Morelia, en los límites con Jalisco. El mayor de cuatro hermanos apenas puede caminar, aunque la mayor parte del tiempo se la pasa en la cama de una habitación acondicionada para su recuperación. El color rosa de las lesiones en ambas piernas y las ámpulas dan cuenta de lo que es capaz de hacer una temperatura de más de 250 grados centígrados bajo tierra. Brian cuenta que caminaba la tarde del pasado viernes por el terreno que hasta hace 20 años ocupó un lago para seguir a su padre, Christian, de 29 años de edad y campesino de la región, cuando sus piernas se hundieron en uno de los colapsos que generó el fenómeno natural. "Yo corrí y cuando mi papá volteó ya estaba dentro del hoyo porque andaba brincando. Como que la tierra estaba bien falsa porque pisé y me fui. Cuando me quité el pantalón me salió puro humo", narra Brian. Él recuerda que su cuerpo se sumergió hasta la cintura y que de inmediato sintió las altas temperaturas del agujero; sin embargo, agradece que su papá lo haya sacado de inmediato de entre las brasas. Aunque dice que no sabía que era lo que pasaba, asegura que desde días antes ya percibían el fenómeno que provocó la salida de calor de entre la tierra, "y pues me dijo mi papá, hazte pa'acá y ahora que no entendí, pues me fui (al hoyo de aproximadamente un metro de profundidad)". El pequeño Brian, quien acaba de terminar el quinto año de primaria, fue diagnosticado con quemaduras de segundo grado en ambos pies y se le quedarán como secuelas las cicatrices de las lesiones, explicó su mamá, Yazmín.