Michoacán. A sus 77 años de edad, José Nicolás vivió una de las emociones más fuertes de su vida al subirse por primera vez a un avión; pero, sobre todo, al reencontrarse en Estados Unidos con tres de sus ocho hijos que no veía desde hace 18, 20 y 30 años. Con palabras entrecortadas, don José compartió que hace 30 años, a pocos días de sepultar a su esposa, recibió la noticia que su hijo Agustín, quien había concluido apenas la educación secundaria, había decidido emigrar al vecino país del norte, años después vio partir a sus hijas, y desde entonces a los tres solo los ha escuchado o visto a través del celular. No habla uno, se hace un nudo en la garganta, hasta que no descansa el cuerpo es cuando ya puede uno expresarse, su mamá hace 30 años que murió, no hay más como que se abrace uno y se acaricie, es lo que más hermoso que hace uno con ellos, Agustín se fue en cuanto salió de la secundaria, solo una vez vino de entrada por salida y ya no ha vuelto y después se fueron las muchachas”, relata don José al tiempo que agradece la oportunidad de integrarse al programa de “Palomas Mensajeras”. José forma parte del grupo de 63 Palomas “Mensajeras originarias” de Tuxpan que, acompañadas por el titular de la Secretaría del Migrante (Semigrante), José Luís Gutiérrez Pérez, viajaron el miércoles a la ciudad de Chicago, Illinois, para reencontrarse con sus seres queridos tras varios años de ausencia. Fueron recibidos entre abrazos, flores y regalos por sus hijos, hijas, yernos, yernas, nietas, nietos, bisnietas y bisnietos, con música de mariachi en las instalaciones de la casa Michoacán. Como estado binacional, en Michoacán la mayoría de las personas tienen a un familiar migrante, por lo que para el gobierno encabezado Silvano Aureoles Conejo, es una prioridad trabajar en la reunificación de los connacionales y sus seres queridos.