Zitácuaro, Mich.- El pan artesanal en Zitácuaro sube 50 centavos, después de estar 5 años con un costo de 6 pesos. “A pesar de que es un pan muy natural, la gente se escandaliza al decirles que subió 50 centavos, pues se les hace caro, a pesar de que se maneja materia prima de excelente calidad. Eso da tristeza”, dijo María Antonia Guzmán Montes de Oca, vendedora de pan del mercado Melchor Ocampo. Cabe mencionar que el pan artesanal tiene sabor, calidad, tamaño y precio. Con una tradición de más de 70 años, el pan artesanal se ofertó –en sus inicios el jardín Constitución– para estar, en forma definitiva, en el interior del mercado ‘Melchor Ocampo’. Ahí, las personas pueden encontrar variedad de este pan como el de natas, que se hace con huevo y mantequilla; el doblado, que es de sal y es especial para que las personas se lo coman con conserva (frutas en dulce). Está la mestiza, que es un pan combinado, pues tiene 2 sabores: salado y dulce. El rayado es de manteca que es el famoso pan de agua; además de las semas de granillo que se hace con pan integral y el pan de huevo. La diferencia entre un pan tradicional y uno de panadería es mucha. El pan tradicional se cuece en horno de leña, el de panificadora en horno de gas o eléctrico. El pan tradicional o artesanal no lleva conservadores artificiales como lo hace el de panificadora; además, es hecho a mano, no con maquinaria. “Esto hace que sea único en su sabor y calidad. Yo, como consumidora, me he comido panes caros que no agradan a mi paladar, porque me empalagan”. Cabe mencionar que este pan artesanal ha viajado a varios estados de la República Mexicana, pues zitacuarenses que viven en el interior del país (Distrito Federal, Estado de México, Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí, Nuevo León, Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Morelos y más), se lo llevan para repartirlo entre sus amistades y más familiares; pues es un regalo muy apreciado y esperado. También se ha ido a Estados Unidos. Es un pan que dura hasta 15 días. Si la gente lo recalienta antes de consumirlo, no pierde el sabor ni la consistencia, por lo que parecería que está recién horneado.